Chiara Páez era una adolescente de la localidad de Rufino, en el sur de la provincia de Santa Fe. Desde la madrugada del domingo no aparecía por la casa. Luego de una angustiante jornada de búsqueda por parte de la familia de Chiara, donde casi 400 personas de la localidad se movilizaron para ello, hacia la noche el novio confesó el crimen.
Ya en la noche del domingo, el operativo de búsqueda contaba con la intervención de la Justicia para dar con su paradero. Simultáneamente, cuando los investigadores llegan a la casa del novio, éste le había confesado a su padre, que es efectivo policial, que había sido el autor del homicidio y que su cuerpo estaba enterrado en el patio de la casa.
El fiscal que interviene en el caso, Mauricio Clavero, sostiene que la tarea para encubrir el asesinato, requirió de colaboración de otras personas. De esta manera se detuvieron a cuatro personas del núcleo familiar del imputado; todas ellas son detenciones de carácter preventivo.
En declaraciones al diario rosarino La Capital, Antonio Moyano, subsecretario de protección civil de Santa Fe, declaró: "Evidentemente por la contextura física de una persona que está muerta y por el lugar donde estaba enterrada, era prácticamente improbable que este trabajo lo pudiera hacer una sola persona". Por el momento no se conoce más sobre las hipótesis que maneja la Justicia en este campo de la investigación.
La Izquierda Diario seguirá ampliando sobre el caso y el desarrollo de la investigación de este terrible femicidio sobre Chiara. |