“Cuidarse no está de oferta”, fue el slogan que las principales cadenas de supermercados del país, en su mayoría multinacionales, utilizaron para desplegar una cínica campaña en los medios, este 1° de Mayo.
No son las primeras empresas en querer mostrarse como responsables y solidarias ante la crisis. Les preocupan “sus marcas” y saben que ante los ojos de la enorme mayoría de la población, están siendo vistas como lo que verdaderamente son: totalmente miserables.
“Todos los supermercados estamos trabajando para garantizar ambientes seguros para nuestro personal”, arrancaba el mensaje que podía leerse al entrar a diarios como La Nación, Clarín o Infobae. ¿En serio? A juzgar por la enorme cantidad de denuncias que La Izquierda Diario ha recibido por parte de trabajadores y trabajadoras de supermercados de todo el país, parece que la mayoría de las patronales hacen todo lo contrario. La diferencia entre un medio independiente de los poderosos y otros bancados por estos mismos para lavarse la cara, mentir y desinformar.
Las denuncias que llegan a este diario tienen que ver con falta de elementos de higiene y seguridad para un sector considerado esencial y que está en la primera línea. Los trabajadores y las trabajadoras de supermercados estuvieron en la obligación de seguir trabajando desde el inicio de la cuarentena. Otras denuncias que llegan tienen que ver con intentos de ocultar casos de coronavirus en algunas sucursales, con tal de poder seguir abriendo. El primer miserable en ser denunciado por esto en Argentina fue, como no podía ser de otra manera, Alfredo Coto.
Solo bastan algunos ejemplos para exponer la extensión de esta conducta patronal a lo largo del país, a través de todas las empresas:
“Feliz 1° de Mayo”, lanzaron en otra parte de su mensaje. Estas empresas como Día %, Carrefour, Jumbo, Walmart, La Anónima, Coto, son conocidas por la brutal precarización a la que someten a su personal. Contratos temporales, tercerizaciones, salarios y horarios ultra flexibles, persecución sindical, reinan en este sector desde hace muchos años. Estas condiciones laborales que padecen cajeros, repositores, repositores externos, personal de limpieza, etc, fueron empeorando a lo largo de todos los gobiernos, con la complicidad del Sindicato de Empleados de Comercio. Estas empresas no pueden festejar un día como el 1° de Mayo. Con esta clase de mensaje cínico solo escupen sobre sus banderas. Se ríen en la cara de aquellos y aquellas que padecen la explotación en sus establecimientos.
No solo en Argentina. Estas multinacionales como Walmart, llevan la precarización lo más lejos que pueden en cada país donde están, en complicidad con los respectivos gobiernos y conducciones sindicales. Recientemente informamos que en Francia, según la agencia Reuters, entre un 10 y 15 % de los empleados faltó a su trabajo en la mayoría de los casos por estar enfermos o simplemente tener miedo a contagiarse por la falta de equipamiento de protección. En Bélgica empleados de Carrefour reclamaron porque la empresa no informó que varios de sus compañeros se habían contagiado.
A comienzos de abril informábamos que al menos cuatro empleados de las cadenas de supermercados Walmart, Trader Joe’s y Giant habían muerto por coronavirus por esos días: un trabajador de Trader Joe’s en Scarsdale, Nueva York; un recibidor en una tienda Giant en Largo, Maryland, y dos empleados de Walmart de la misma tienda del área de Chicago.
La única forma de enfrentar realmente la pandemia, cuidando la salud de trabajadores y trabajadoras esenciales, es con la organización de comisiones de seguridad e higiene bajo su propio control. Está visto que si depende de las patronales y los sindicatos, el personal de estas grandes cadenas sufre una alta exposición que podría evitarse con medidas de seguridad elementales como la distribución de suficientes barbijos y alcohol en gel. A su vez es necesario que los propios trabajadores y trabajadoras de los supermercados, supervisen los protocolos y controles a aplicar, cuando se detectan casos de coronavirus positivos.
La apertura de los libros de contabilidad y el levantamiento del secreto comercial, es otra medida que los trabajadores deben exigir para evitar que estas mismas empresas especulen con los precios de los alimentos y todos los productos básicos que las personas necesitan para vivir en la pandemia. Se sabe que estas grandes patronales son de las principales responsables de la inflación. Ellas siempre ganan: aumentando precios, bajando salarios, aprovechando la cuarentena para precarizar más. No les importan las vidas de trabajadores ni de consumidores.
Estos empresarios lo único que quieren cuidar son sus bolsillos. Para ello cuentan con la ayuda en todo el mundo, de los gobiernos y la burocracia sindical.