Es muy difícil comentar un partido en el que, si bien la lepra no perdió, no se puede soslayar el hecho de que el rival desaprovechó situaciones inmejorables de gol.
El partido comenzó intenso y vertiginoso con ataque hacia los dos arcos. En el minuto 11 apareció en toda su dimensión el pibe Ponce y sacó un misil a la ratonera, 1-0. Esta alegría no se pudo sostener ni dos minutos que fueron los que tardó el cuervo en igualar el resultado, ya que Villalba le devolvió la pared a Cauteruccio que con poco ángulo logra vencer al arquero rojinegro.
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Newell´s acusó el impacto de tener que remar el resultado desde la otra orilla. Blanco lo vuelve a complicar con un cabezazo en soledad, tuvo el segundo, pero la pelota fue a parar a las manos de Ustari. Luego, recobrando algo de protagonismo, y como respuesta, crearon una doble pared entre Casco y Maxi, que la fiera remata con tiro mordido y ancho cuando estaba cerca del arquero Torrico.
Finalizando la primera etapa, hubo una barrida de Yepes a Rodríguez, con el estadio pidiendo penal, Vigliano hizo vista gorda donde pareció haber un roce abajo dentro del área. Al descanso.
En el inicio del complemento Cauteruccio dilapidó dos chances netas dentro del área. Newell´s arrimó algo de peligro con un remate de Maxi luego de una buena jugada entre Figuero y Ponce. Y nuevamente Cauteruccio falló tres opciones que se las puede denominar como penales en movimiento, una forcejeando con Casco y Coty Fernández y que el nueve azulgrana no acierta el arco; la segunda entrando por la izquierda, patea a las nubes y la restante cabezazo a las manos de Ustari, con la mirada del Patón Bauza que se agarraba la cabeza.
Mateo que se suelta, que corta en el campo contrario, marca y lo aplauden como figura pero esto hace que al equipo le entren por todos lados porque Mateo no está donde debe estar; vio la roja a los 42’, y el rojinegro cerró el partido como pudo.
Si el rival perdió cuatro goles hechos es porque marcaron mal. Coty Fernández no puede jugar bien porque juegan sin cinco de contención. Llama la atención que Gallego use esa figura ya que él jugó de cinco en River.
Si antes del partido a Newell´s le decían que se iría del Parque con un solo punto, la ecuación no le daba. Necesitaba una victoria para reposicionarse en la tabla. Pero cuando Vigliano (de regular arbitraje) pitó el final, el punto se vio con más cariño. Punto para agradecer al mismo Cauteruccio, que fue el que más hizo por Newell´s junto con el árbitro y algunos reflejos de Ustari. Y más allá de todo… ¿Dónde está el juego de Newell´s?
