“Nos dijeron que no podíamos hablar nada ni subir vídeos que denuncien falta de insumos”. Acá hay testimonios de valientes personas que están al frente de la pandemia en el Hospital Sótero del Río, ubicado en Puente Alto. Por la seguridad de los funcionarios resguardaremos su identidad.
En la segunda comuna con más contagios del país y la primera de la Región Metropolitana, el canal de denuncias anónimas del Hospital Sótero del Río en Puente Alto se llena de información que circula por los pasillos.
La explosión de casos de contagio entre los funcionarios y la ausencia u oscurantismo en torno a los protocolos de seguridad del personal deja en evidencia que los costos de esta crisis sanitaria la está pagando el pueblo trabajador y su primera línea: los y las guerreras de la salud.
Explican que en un servicio del Hospital la cantidad de pacientes con Covid-19, equivale al total de las camas disponibles. Y que la mitad del segundo piso también está contagiado.“Imagínense que en el ex CDT (área ambulatoria) habilitaron camas en medicina física y rehabilitación”, dice un funcionario, y otro agrega “Yo fui hace unas semanas a la farmacia y habían camas con pacientes”. Mientras otra funcionaria expresa, “La cosa está cada vez peor ahí, hoy trabajaron con 4 tens menos en el turno y así mismo cubrirían las 24hrs”. También informan que un sector de cirugía del Hospital fue cerrado por falta de personal.
Ante esta situación, varios de ellos comentan la absoluta necesidad de que se tomen pruebas de diagnóstico (PCR) a todo el personal y que sea por lo menos en dos ocasiones, ya que se está tomando sólo a pacientes. "Hay funcionarios que han estado sin implementos de seguridad en contacto directo con pacientes con covid positivo, y los han enviado a cuarentena sin tomarles el examen" otro funcionario nos relata "A unas colegas las mandaron a tomarse el examen a la ACHS, ¡tenían que irse por sus propios medios!, y allá mas encima no les querían hacer los exámenes, ¿cual es el protocolo para funcionarios de la salud?, ¿como nos están protegiendo?" son algunas de las preguntas que se hacen las y los funcionarios del hospital.
Durante esta mañana, la dirigente de la Fedepruss denunció en vivo para el matinal de Megavisión la situación de falta de insumos, pero de fondo la bomba de tiempo que parece activarse es el colapso hospitalario, situación que tiene a las jefaturas desorientadas, y es evidente que quienes más pagan los costos son los administrativos, auxiliares, técnicos y profesionales.
El día lunes ya se contabilizan 75 funcionarios contagiados de COVID 19, la capacidad instalada ha superando el 90% en el servicio sur oriente y los directivos están tomando medidas que cambian a diario según la situación, por lo que trabajadores están siendo arbitrariamente reacomodados, lo cual es un estrés y carga laboral muy grande para las y los funcionarios, otra funcionaria nos relata "Me da rabia no tener los implementos básicos para enfrentar esta pandemia, y que la jefatura le baje constantemente el perfil. Una ama su servicio y ver a tus amigos, colegas de trabajo, ver como se están exponiendo, ver inminente el colapso, a una le dan ganas de salir corriendo" Y no es menor la carga emocional a la cual es se ven enfrentados trabajadores de la salud en estos momentos, "Anoche no pude dormir pensando en que tenía que ir trabajar sin tener los insumos necesarios, me han dado crisis de pánico por la pura idea de tener que volver”, mencionan en otro de los testimonios. La dirección del hospital por su parte solo ha brindado un numero telefónico "con el fin de dar respuesta a las necesidades emocionales, producto de la atención a pacientes con COVID 19" una medida parche, cuando tienen a funcionarios sin los implementos de seguridad personal,
Además de soportar la falta de insumos, protocolos y de personal; las nuevas contrataciones a honorarios son precarias y no hay capacitaciones íntegras a la totalidad del personal para manejo de COVID . "Hay mucha gente nueva, y quienes están trabajando están con temor y miedo, muchos funcionarios se tuvieron que ir pues son crónicos, llegó personal nuevo, el cual ya esta contagiado, y trabajan con incertidumbre todo el día".
El caso del Sótero es icónico, ya que al ser parte del epicentro de la comuna con más brotes y contagios del país, es el botón de muestra de lo que probablemente ocurrirá en breve en el conjunto del sistema hospitalario. El futuro y la salud de sus trabajadores está en completa incertidumbre; el Gobierno ha optado por la extensión de las cuarentenas, y no casualmente el foco de cuarentena se trasladó del sector oriente al sector sur de la Región Metropolitana.
Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo, pues una cuarentena para este sector es un placebo, pues trabajadores de sectores no esenciales son obligados a salir a trabajar y no se toman las medidas para que la protección de quienes trabajan en el área de la salud sea prioridad.
La desesperación y la angustia es una imborrable impresión que reflejan los audios y los mensajes de quienes se desenvuelven en distintos servicios y unidades. Ya no se trata sólo de falta de insumos, aun no llegamos al peak del contagio y ya se sienten los estragos en un sistema de salud pública que fue desmantelado hace décadas por las políticas privatizadoras aplicadas en dictadura y luego por los distintos gobiernos de turno.
Es por esto que cobra total urgencia levantar una agrupación de trabajadoras y trabajadores de la salud, de quienes están en la primera linea, que luche por insumos y EPP urgentes para enfrentar la pandemia, donde sean las y los trabajadores quienes decidan como se distribuyen. El gobierno dice que hay suficientes elementos de protección personal, el cual reparte a carabineros y militares, pero no a trabajadores de la salud ¡No puede ser que no tengan los elementos de seguridad básicos para trabajar! Que demos la pelea por el fin del traspaso de los fondos públicos a clinicas e isapres, ante la emergencia sanitaria es necesario un sistema unificado, gestionado por las/os trabajadores de la salud, pobladores y usuarios, que este al servicio de las y los trabajadores, mujeres y el pueblo, y no en llenar los bolsillos de empresarios.
