Como denunciara, Myriam Bregman “Con esta ley el Virrey Larreta concentrará todo el poder en sí mismo”. Esto se logró con los votos favorables de todos los integrantes de Juntos por el Cambio. El Frente de Izquierda y el Frente de Todos votaron en contra, mientras afuera se movilizaron docentes, trabajadores de la salud y estatales, con la ausencia de los sindicatos dirigidos por el peronismo.
Luego de una semana de rosca legislativa, donde el PRO tuvo que modificar algunos aspectos menores de la Ley de Emergencia Económica, para conseguir el aval de todos sus aliados de Juntos por el Cambio -UCR, Coalición Cívica y Evolución de Martín Lousteau-, al que se sumaron los votos de GEN y Consenso Federal y así se consiguieron los 38 votos para que Larreta fuera proclamado Virrey del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Así lo denomino, justamente, Myriam Bregman en su intervención: “Con esta ley el Virrey Larreta concentrará todo el poder en sí mismo”. Así será, como el Jefe de Gobierno porteño, suma el conjunto del poder público en lo concerniente a la reasignación de partidas presupuestarias, suspensión de leyes y de contratos de servicios. Toda una contradicción de quienes dicen defender las instituciones republicanas.
Hasta el 31 de diciembre el Jefe de Gobierno tendrá la potestad de manejar a su antojo varios atributos que hasta el momento eran patrimonio de la Legislatura, para fortalecer las áreas esenciales para enfrentar la pandemia. Dicho sea de paso, en ningún artículo de la Ley se define cuáles serían esas áreas esenciales que habría que reforzar presupuestariamente, aunque en reuniones de comisión informales varios funcionarios plantearon que serían esenciales la salud, educación y la policía.
Los puntos que el gobierno debió retirar o modificar para llegar a un acuerdo con sus aliados, fueron la creación de una “Comisión Especial de Fiscalización y Seguimiento de la Emergencia Sanitaria”, una comisión que solo podrá revisar lo actuado unos 60 días posteriores de la aplicación el Virrey Larreta. O sea, ninguna fiscalización. Pero con esto contentó a sus socios radicales.
Otro de los puntos centrales que retiro, fue el que denunciaron todos los sindicatos porteños, hasta el mayoritario sindicato Sutecba que por lo general tiende a ser colaborador del gobierno, y no lo podían permitir. El pago diferido del sueldo de estatales y docentes porteños. Inadmisible punto, que Larreta retiro ante toda la presión recibida.
Así y todo, mantuvo gran parte de los superpoderes y artículos importantes. Myriam Bregman en su intervención demostró y denunció los aspectos centrales de los superpoderes que adquiere el Virrey Larreta con esta ley. Mostrando los ejemplos y denuncias que recabo recorriendo los hospitales y los barrios populares. Algunos de los centrales, son:
Se atribuye el Virrey la potestad de poder dar de baja contratos de servicios, en la ciudad donde más de 15000 trabajadores son monotributistas, eso no es más que la posibilidad de despedir trabajadores.
Podrá recortar bonificaciones e incentivos en los sueldos de los trabajadores de la Ciudad, léase, docentes, de la salud y administración pública. Ítems que, en más de una paritaria, el gobierno usa para no aumentar los salarios básicos de sus empleados.
Suspender la vigencia de leyes con afectación especifica de financiamiento, como las referidas a los servicios públicos. Por ejemplo, las referidas al financiamiento del Subte.
Se le redujo en un 35% el presupuesto al IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad) y puede utilizar el fondo fiduciario destinado a vivienda populares para otras áreas. Y esto en medio la terrible crisis en los barrios vulnerables y villas de la Ciudad.
Distribuir a su voluntad el conjunto del presupuesto sin ninguna intervención de la legislatura. Podrá desfinanciar áreas enteras y destinar sus fondos a áreas que “determine esenciales” el Virrey.
Como bien denunció en su intervención la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, esta coronación del nuevo Virrey es el segundo acto de toda una entrega. El primer acto fue: “Hace dos sesiones atrás en esta legislatura que se decidió endeudar a la Ciudad de Buenos Aires. Y fijar como sede jurídica para esos títulos, Inglaterra”. Y en la sesión de este jueves es “El segundo acto donde se nombra al Virrey Horacio Rodríguez Larreta, concentrando todo el poder en sí mismo. Por supuesto que el Frente de Izquierda votará en contra”.
Vale recordar cómo se desarrolló el primer acto, de la votación del endeudamiento de la Ciudad y la jurisdicción en Inglaterra. Se habilitó con esta ley que el Gobierno de la Ciudad pueda endeudarse en el extranjero por U$S 150 millones y la emitir bonos públicos para pagar 9000 millones de pesos a proveedores.
Esta ley, Larreta lo consiguió con el voto de todos los bloques, incluido el del Frente de Todos en pleno con la excusa de que en medio de la pandemia van a apoyar al gobierno y luego de la misma volverán con los debates. Rara excusa, ya que este endeudamiento deberá pagarse en los años venideros y generará la necesidad de nuevos ajustes en la Ciudad. El único bloque que se opuso fue el Frente de Izquierda y que al mismo tiempo propuso generar ingresos en la Ciudad alrededor de un impuesto extraordinario al juego, a los bancos, a las grandes inmobiliarias que especulan con viviendas ociosas, a los terrenos de la jerarquía eclesiástica, que ni siquiera pagan ABL. Con un mínimo impuesto extraordinario, solo a los bancos de un 5%, eso implicaría 15.000 millones anuales para destinar a salud y alimentación".
La realidad de la crisis sanitaria y social que recorre el pueblo de la ciudad estuvo en la voz de los legisladores del Frente de Izquierda. La realidad de los trabajadores de la salud, que le rebajan los salarios en las clínicas privadas, la de los trabajadores de la salud pública que denuncian la falta de insumos, de los docentes que ven peligrar sus sueldos y los puestos de los suplentes y los comedores escolares para lo pibes, de los trabajadores precarizados de la administración pública, la realidad de los vecinos de los barrios carenciados y de las organizaciones territoriales. Todas estas voces resonaron en el salón dorado, mientras se le entregaban los superpoderes a quienes son responsables de todas estas penurias que vienen sufriendo el pueblo trabajador de la Ciudad.
Hoy con maestrxs, enfermerxs, médicxs, vecinxs de los barrixs. La ley de emergencia económica de #Larreta los afecta, teníamos que estar con ellxs también en las calles para repudiarla. Con @myriambregman y @fedepuypic.twitter.com/I4w9oHamil
Afuera trabajadores protestaron, mientras faltaron los sindicatos kirchneristas
Varios de estos sectores se encontraban en las puertas de la legislatura, convocados por el sindicato docente ADEMyS, la Asamblea de Residentes y Concurrentes de salud y varias juntas internas, como las del hospital Garrahan, entre otras; y acompañados por organizaciones de izquierda. A su vez muchos trabajadores de la salud protestaron en las puertas de sus hospitales y Cesac´s como demostración de su responsabilidad en el enfrentamiento a la pandemia.
En nuestro noticiero del mediodía #SeTeníaQueDecir, hablaron varios de los protagonistas de la movilización.
El gran ausente de la jornada fueron los sindicatos dirigidos por el kirchnerismo porteño ATE, UTE-CTERA, AGTSyP, APA, entre otros que integran la CTA y son representados por el bloque del Frente de Todos, ni bien el gobierno de Larreta retrocedió con el pago escalonado de los salarios, desmovilizaron y solo se quedaron denunciando de palabra. Como si fuera ese el único punto importante.
Lamentablemente teniendo peso en varios importantes sindicatos porteños, no tiene una política para unir a los distintos sectores sindicales con los pacientes de los hospitales públicos que pelean por protección sanitaria, con las familias de los chicos que reciben las viandas en las escuelas, con los usuarios del transporte público un gran sector de contagio o con las organizaciones y vecinos de los barrios vulnerables. Esta unión desde los trabajadores con sectores populares permitiría poder encarar la pandemia sin poner en riesgo la salud del pueblo trabajador y tomando medidas permitir que la crisis sanitaria y económica no recaiga sobre los trabajadores. Pero por el contrario su ubicación sindical, condice con su ubicación política, denuncia más o denuncia menos, no salen del mandato del presidente Alberto Fernández que está en una unidad nacional con Horacio Rodríguez Larreta.
La necesidad de pelear por una alianza entre los trabajadores de los servicios esenciales, los trabajadores despedidos y suspendidos con rebajas salariales y los sectores populares golpeados por la pandemia y la crisis social, podría imponer una salida que impida que la crisis la paguemos los trabajadores.
Medidas básicas y esenciales como planteamos desde el Frente de Izquierda, son cada día una necesidad mayor. Un impuesto a las grandes fortunas y el no pago de la deuda externa, para poder palear un salario de cuarentena para todos los que perdieron sus trabajos o por la cuarentena se encuentran imposibilitados de trabajar de $30.000, sería una mínima medida.
Al mismo tiempo se podría financiar el sistema de salud, unión a la medicina privada y pública, para ponerla al servicio de atender a todos, empezando por testeos masivos para detectar a tiempo la población infectada, es una necesidad y en especial en estos momentos en los barrios vulnerables, los geriátricos y los trabajadores de la salud.
Nombrar de utilidad publica hoteles y viviendas ociosas para poder aislar realmente a todos los sectores contagiados y sectores vulnerables es una necesidad para poder frenar el salto de los contagios en Villas y geriátricos.
Estas son algunas de las mínimas medidas para poder enfrentar en la Ciudad de Buenos Aires con mayor profundidad la pandemia y la crisis social, que se está desarrollando día a día. Porque para el pueblo no son dos cosas separadas la salud o la economía, ambas son dos caras de la misma moneda, la vida de las familias trabajadores.
