Los empresarios y el gobierno son responsables de la salud de lxs trabajadores, la juventud y las familias. Una nueva infección en el sector de aeronáuticos que se podría haber evitado. ¡Test masivos ya!
En el día de hoy, dos trabajadores de la empresa GPS, tercerizada de Aerolíneas Argentinas, dieron positivo de COVID-19 y hay 100 trabajadorxs de Aeroparque que en éste momento están en aislamiento por posible contagio. Uno vive en la villa 31 con su familia: su mujer (que también dió positivo) y 6 niños.
La comisión de Seguridad e Higiene de Trabajadores Aeronáuticos, que jugó un rol clave en la reincorporación de Aye y Carlos -trabajadorxs despedidos injustamente por pedir condiciones mínimas de seguridad para atender los vuelos de repatriación-, viene realizando asambleas virtuales. En ellas participan cientos de trabajadorxs que exigen a la empresa GPS, Aerolíneas Argentinas y al Gobierno Nacional los elementos básicos de higiene y sobre todo la necesidad urgente de los test masivos para todos los trabajadores aeronáuticos y esenciales del país. Además, de la desinfección de los lugares comunes (los baños, por ejemplo, son un gran foco de contagio y están en muy mala condición) se exige una mayor cantidad de insumos de protección y una base operativa que impida el hacinamiento de los trabajadorxs.
Hacinamientos como los que ocurren en la Villa 31 - donde vive uno de los trabajadores aeronáuticos con coronavirus - y donde las condiciones de vivienda son deplorables. Cuando lavarse las manos frecuentemente es algo esencial para no contagiarse y no propagar el virus, hace más de 10 días que allí se encuentran sin agua y hasta ahora no se ha reestablecido completamente. Hay 280 casos positivos y 410 casos en los barrios más vulnerables de CABA. Donde es responsable Larreta, pero además el Gobierno Nacional.
En este contexto, que se llegó a los 2,5 millones de trabajadorxs afectadxs por despidos, suspensiones, rebajas y congelamientos salariales, que bién supo denunciar el Observatorio de Despidos durante la Pandemia, la empresa GPS no se queda atrás: viene amenazando con rebajas salariales a todos sus empleados (estamos hablando de 1400 familias) y se niega a reincorporar a Edgar Gámez, un despido xenófobo que repudiamos fervientemente. Mientras los medios nos llaman héroes por estar en la primeria línea de contagio y hacer posible los vuelos de repatriación, ésta es la respuesta que nos da GPS, justo a Aerolíneas Argentinas (que hace poco se unió a Austral). Hasta ahora no vimos ni una medida a favor de los trabajadores. ¿Y el Sindicato? Adivinaron, no figura en ningún lado.
Como estudiantes y como trabajadorxs que somos, expresamos que las autoridades de nuestra universidad, como el rector Alberto Barbieri, la decana Mera y sobre todo el centro de estudiantes de la Facultad de Sociales de la UBA, hoy dirigido por la UES, brillan por su ausencia y son cómplices con su silencio. Lxs estudiantes sufrimos la flexibilización laboral, los despidos o ataques a nuestros salarios y somos expuestos juntxs a nuestras familias al Covid-19. Aquí, el CECSo, debe ser una herramienta para lxs jóvenes que no se pueden organizar por la persecución patronal y sindical que existe. Además exigimos la disposición completa del espacio y todos los recursos de las facultades de la UBA para la comunidad, donde podemos colaborar junto a lxs docentes aportando nuestros conocimientos.
Esta desidia patronal y gubernamental solo prioriza su lucro, a costa de que no levantemos cabeza y nos sigamos contagiando a nosotrxs y a nuestras familias. Madres, hermanxs, hijxs. Es momento de decir ¡basta de especular con nuestras vidas! Es momento de unir a lxs trabajadorxs y al movimiento estudiantil, y así, golpear con un sólo puño.