En Catalunya, desde primera hora trabajadoras y trabajadores sanitarios del hospital público Vall de Hebrón se han manifestado contra los recortes. En un comunicado exigen la mejora de las condiciones laborales como la vuelta a la jornada de 35 horas o la disminución de la ratio por pacientes.
Otros hospitales públicos de Barcelona como el de Bellvitge o el Hospital del Mar protagonizarán concentraciones para denunciar también que ha habido más de 40.000 sanitarios contagiados desde que empezó la crisis del coronavirus, ante la falta de material sanitario como EPIs, guantes, máscaras. También exigen el retorno del 5% que fue recortado hace 10 años con el real decreto 8/2010 y 3/2010 y que todavía no se los ha vuelto.
Un grave problema ocurrido en todo el Estado español, país con mayor número de contagios por sanitario.
En Madrid, una de las comunidades más afectadas por el coronavirus, personal sanitario y de enfermería denuncia que todavía siguen faltando camas de UCI, que no se asegura la provision de epis, que falta personal en atención primaria y no existe un correcto sistema de información sobre la pandemia. Esto puede llevar a que, frente a un rebrote de contagios, se reitere la trágica situación de colapso del sistema sanitario.
Por otro lado, las residencias de personas mayores privatizadas han sido los sectores más afectados. En la Comunidad de Madrid, los fallecidos en residencias ascienden a 7.092, 5.688 por Coronavirus, que representan casi el 50% de los fallecidos en residencias en todo el país. El personal sanitario de estos centros tampoco cuenta con las condiciones laborales adecuadas ni con los implementos necesarios para su protección.
Que la privatización de la sanidad "mata" quedó demostrado de manera dramática. El impacto del coronavirus en el sistema sanitario ha sido devastador. Actualmente el Estado español se encuentra en el primer puesto en relación a la cantidad de personal sanitario contagiado.
Por todo esto, en este Día internacional de la enfermería, es clave seguir luchando no solo por mejores condiciones laborales, sino por la nacionalización del sistema sanitario y su funcionamiento bajo el control del personal sanitario, en común con los vecinos y usuarios. La sanidad no debe ser un negocio, porque entonces las ganancias de unos pocos seguirán estando por delante de las vidas de millones. |