En el contexto de la pandemia por el covid-19, el gobierno de la 4T afirmó tímidamente que todas las empresas no esenciales debían cerrar. En este sentido, muchas empresas no siguieron esta indicación y continuaron operando. Este fue el caso de Grupo Salinas, que es propietaria de tiendas de venta de electrodomésticos y préstamos leoninos.
El grupo empresarial no tuvo problema en desafiar al gobierno públicamente, puesto que se sabe un aliado fundamental de AMLO. En este sentido, obligó a sus trabajadores a seguir laborando, a pesar de que esta acción ponía en riesgo sus vidas. Esta realidad se vio materializada de forma trágica con el fallecimiento de Huvy Juárez, joven estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y trabajador precario de un Call Center al servicio de grupo Elektra.
A pesar del escándalo por la muerte de Rodolfo Huvy Cruz Juárez y las acciones mediáticas contra la empresa, el emporio de Salinas Pliego continuó con las actividades normales. Entre muchas de las denuncias contra grupo Salinas, se publicaron videos en la que se observa una de las oficinas de cobranza en donde se encuentra gran cantidad de trabajadores realizando su trabajo.
La salida es que el gobierno cierre efectivamente las empresas de Call Center, mandando a sus casas a sus trabajadores con el 100 por ciento de su salario, ya que no se trata de actividades esenciales y las vidas de las y los trabajadores valen más que las ganancias.
*Víctor Romero Escalante es profesor despedido de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México por luchar contra la precarización laboral. |