En medio del colapso del sistema de salud pública a causa del estrepitoso aumento de casos, que hasta la fecha contabiliza 2660 casos nuevos, al gobierno se le ha caído la nueva normalidad a pedazos, teniendo que decretar la cuarentena para todo Gran Santiago y también para regiones como Antofagasta. Sin embargo esto no lo ha detenido para protagonizar nuevos ataques que ponen entre la espada y la pared a las familias trabajadoras, forzándolos a tener que decidir entre morir de hambre o exponerse al contagio del virus, a la vez que responsabiliza al conjunto de la población del aumento de casos, tratándolos de irresponsables, mientras los sectores no esenciales siguen funcionando.
Con este panorama es que el Ministerio de Salud, con Jaime Mañalich a la cabeza, omite un oficio cambiando los criterios para emitir las licencias, ahora quienes sean sospechosos de contraer el virus tendrán que acceder a licencias de máximo cuatro días, por lo que quienes realicen cuarentena preventiva y no tengan COVID- 19 solo recibirán un solo pago, ya que en las licencias menores de 10 días solo se cancelan las tres primeras jornadas.
Esto es una clara expresión de las intenciones del gobierno, que con tal de mantener las ganancias empresariales levanta un plan que significa mayor precariedad para la clase trabajadora, obligándola a continuar trabajando en medio de la pandemia, sin ninguna garantía social y muchas veces sin protección y medidas de higiene.
Ante esto es necesario que los trabajadores de distintos sectores se organicen contra los ataques del gobierno y también por conquistar una salida a la pandemia a la medida de las miles de familias trabajadoras y el resto de los sectores oprimidos que están siendo doblemente golpeados por la enfermedad y la economía.
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