Catalina Parra
| Militante de Pan y Rosas y el Partido de Trabajadores Revolucionarios
Las y los adultos mayores son quienes corren mayor riesgo en el marco de la pandemia por Covid-19. Al mismo tiempo, son de los sectores más golpeados por las bajas pensiones y su consiguiente dependencia económica. En este marco, el Gobierno decretó cuarentena para un millón de adultos mayores ¿Cómo pasar la pandemia con una pensión que no alcanza?
El ministro Jaime Mañalich decretó la cuarentena total y obligatoria para todos los adultos mayores de 75 años a partir de este viernes a las 22:hrs. Eso implica que habrá más de un millón de adultos mayores encerrados en sus casas. Una medida tardía y a medias, en el marco del aumento récord de 2.660 casos en un día, cuestión que el gobierno profundizó, con su discurso del “retorno seguro” y la vuelta a la “nueva normalidad” que incluyó la reapertura de mall y el levantamiento de cuarentena en algunas comunas.
Luego de un giro en su discurso triunfalista, se decretó está medida, que extiende la cuarentena establecida, que viene siendo para mayores de 80 años, a los mayores de 75 años. Una medida que viene tarde. Contando ya con un saldo de más de 300 fallecidos. donde el 25% representa adultos mayores.
¿Cómo pasar la cuarentena con una pensión que no alcanza?
De las más de un millón de personas jubiladas por vejez este año, la mitad recibe $148.000 de pensión autofinanciada, de los cuales, la mitad recibe menos de $202.000 entre pensión autofinanciada y subsidios del Estado mediante el Aporte Previsional Solidario. Una cantidad que no representa ni la mitad de la canasta básica familiar.
Esto expresa que mientras el Gobierno sale airoso decretando cuarentena, le quita el pan de la boca a las y los adultos mayores, sin tocar ni un peso de las AFP que han sido profundamente cuestionadas los últimos años. Considerando que a día de hoy, la mitad de las personas que se jubilaron la última década, recibe apenas el 20% de su ingreso percibido en el trabajo remunerado. De hecho, la situación empeora y se repite para las siguientes generaciones.
Según un estudio realizado por la Fundación Sol, apenas el 3% de las y los que se jubilan los próximos años, podría recibir una pensión mayor a $600.000. Y Al menos 5 de cada 6 personas, se jubilarán con menos de $200.000. En este marco, para variar, las mujeres somos las más golpeadas por las pensiones de hambre.
Según los cálculos realizados por la Fundación Sol quienes tengan un ahorro de 50 millones de pesos, podrán optar a una primera pensión de $200.000.
El mismo estudio indica que considerando a las mujeres entre 55 y 60 años, apenas 2,6% tendrá 100 de pesos de ahorro, mientras el 61,7% tendrá menos de 10 millones de pesos.
La cifras de los hombres también son alarmantes: considerando a aquellos entre 60 y 65 años, el 28,8% registra menos de 10 millones de pesos de ahorro y 3 de cada 4 registran menos de 50 millones.
Está situación donde las AFP apoyadas por el Gobierno le quitan el pan de la boca a nuestros padres, madres, abuelas y abuelos, es criminal, y más aún en un contexto de pandemia, donde son ellos y ellas quienes más estan expuestos a tener graves consecuencias si se contagian.
Piñera y Mañalich no pueden hablar de protección a nuestros adultos mayores, mientras los dejan a merced de pensiones de hambre. Es urgente terminar con el robo de las AFP’s, que siguen generando millones, mientras las y los adultos mayores dependen económicamente de otros para sustentarse, o peor aún, son parte de los 183.467 viven solos. Debe garantizarse una pensión mínima garantizada equivalente a la canasta básica familiar (alrededor de $500.00) para las y los adultos mayores, además de congelar los precios de todos los productos de primera necesidad, incluyendo medicamentos, ante la especulación y la acumulación capitalista.