Vecinos, pacientes y personal de salud perteneciente al Hospital Materno Infantil Teresa Germani se encuentran muy preocupados. Recientemente hubo un caso confirmado de COVID-19 en el que no se mantuvo el aislamiento preventivo en su totalidad y la falta de testeo impuesta por los directivos imposibilita conocer al día de hoy cuánto se ha propagado el virus en el hospital y en la comunidad.
El hospital ubicado en la Avenida Luro al 6500 en Gregorio de Laferrere, es uno de los más importantes del segundo y tercer cordón de La Matanza en materia neonatal y pediátrica, con internación especializada en maternidad y posee 50 camas de neonatología.
Los hechos que impulsaron esta noticia se suscitaron el día martes 5 del corriente mes, cuando una paciente ingresó al hospital materno infantil para dar a luz. El jueves, dos días después, levantó fiebre y se activó el protocolo y la mantuvieran aislada en observación.
El viernes 8 le realizaron un primer diagnóstico y las autoridades del hospital determinaron levantar el aislamiento preventivo, exponiendo tanto a otros pacientes como a los trabajadores al contagio de COVID-19.
Días más tarde, precisamente el domingo, la paciente sufrió una descompensación, motivo por el cual fue derivada al Hospital Paroissien y puesta en terapia intensiva donde, por su sintomatología, le practicaron el hisopado que arrojó positivo ante el coronavirus.
Al conocerse la noticia en el Hospital Germani, los directivos decidieron imponer el aislamiento preventivo a los más de 38 trabajadores que habían mantenido contacto directo con la paciente infectada. Sin embargo, se rehusaron a practicarles los test al personal de salud para determinar quiénes fueron efectivamente contagiados, con el pretexto de que los trabajadores no presentaban síntomas, pese a conocerse que un porcentaje cercano al 30% de los infectados de coronavirus son asintomáticos y la facilidad con la que se propaga la enfermedad.
Este nivel de desidia por parte de los directivos se puede encontrar en distintos hospitales de todo el país, poniendo sus vidas y las de sus familias en riesgo.
Resulta imperioso la entrega de todos los elementos de protección y la realización de test masivos al personal de salud para prevenir, detectar los focos de contagio y poder actuar rápidamente.
Asimismo, desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad, exigimos que se reconozcan los derechos de quienes nos cuidan otorgándoles un salario digno que permita su dedicación exclusiva a un nosocomio determinado (en contraposición con el ínfimo salario que el personal de la salud percibe y que los obliga a prestar tareas en otros centros de salud para poder subsistir).
Y dadas las condiciones de precarización laboral que afectan a los trabajadores de la salud del sistema público y privado, convocamos a organizarse por el pase a planta, mejores condiciones laborales y mayor estabilidad en el empleo.
También proponemos la centralización del sistema sanitario, tanto público como privado (incluyendo clínicas privadas y laboratorios) bajo control de sus trabajadores y la comunidad, para garantizar el acceso a la salud a toda la población.
Para impulsar estas y otras medidas, hemos presentado ante el Congreso un proyecto de ley en el que proponemos que se cobre un impuesto a las grandes fortunas (es decir a los empresarios millonarios, bancos y grandes terratenientes), para poder obtener todos los recursos necesarios para fortalecer al sistema sanitario.
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