Seis mil feministas y activistas repudian las declaraciones del presidente López Obrador que minimizan el incremento de la violencia contra las mujeres durante la pandemia. El Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio, las 44 organizaciones que lo conforman, además de 6 mil feministas, denunciaron el machismo del presidente al denostar la cruda realidad que enfrentamos las mujeres en México, diciendo que en las familias lo único que se vive es “fraternidad”.
Durante más de 50 días de cuarentena impuesta por la jornada de “Sana Distancia”, las denuncias de violencia de género se han incrementado particularmente con el aumento de llamadas para alertar de situaciones de violencia psicológica, económica, física y sexual. La cifra total de llamadas ha alcanzado las 155 por día, más de 20 mil denuncias que incluyen maltrato o violencia contra población infantil y adolescente.
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Si bien la convivencia durante la cuarentena en condiciones no óptimas (hacinamiento, falta de servicios básicos, exceso de carga laboral) puede considerarse como uno de los elementos que propicia la violencia, antes que nada ésta es impulsada por una concepción patriarcal sobre la valía de la vida de las mujeres. Si se considera que todo lo femenino es inferior y subordinado a lo masculino, justificando agresiones de cualquier tipo con este prejuicio ridículo, la violencia contra las mujeres también encuentra su explicación en la propaganda machista que el gobierno reproduce y difunde cotidianamente a escala masiva.
De ahí que resulta escandaloso que AMLO niegue la brutal realidad que enfrentamos las mujeres en México, denostando el agravamiento de la violencia durante la pandemia y el contenido patriarcal del sistema de justicia mexicano que hace prácticamente imposible el acceso a la misma para la mayoría de las mujeres pobres y trabajadoras.
No es la primera vez que AMLO muestra su verdadera cara en torno a la cuestión de género. Ya en múltiples ocasiones ha hecho comentarios machistas con relación al “rol” de las mujeres en la casa y el cuidado de hijos, adultos mayores y enfermos por ejemplo durante la pandemia, explicando moralmente a raíz de pérdida de valores el feminicidio -invisibilizando el rol que han jugado las fuerzas represivas en su incremento-, y contra el derecho a decidir de las mujeres.
Y es que la realidad de la violencia contra las mujeres en México refleja el carácter estructural que integra el patriarcado al ADN del capitalismo, sus Estados e instituciones, realidad que tienen que enfrentar las miles de mujeres que denuncian violencia y tienen que enfrentar las trampas burocráticas de un sistema penal altamente misógino, ineficaz, que favorece a los ricos y deja siempre impune a las instituciones y funcionarios responsables de la propia violencia.
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Lejos de hacerle el juego a las derechas, que aprovechan toda oportunidad para petardear al gobierno del Morena, nos sumamos al legítimo reclamo de quienes ven en este gobierno la continuidad de las políticas que durante tres décadas de neoliberalismo y dos sexenios de militarización llevaron al recrudecimiento de la violencia contra las mujeres.
Frente al aumento de la violencia en los hogares y al feminicidio, es imprescindible fortalecer un movimiento de mujeres combativo y que imponga con la movilización en las calles un programa de emergencia contra la violencia que enfrentamos, de la mano de la acción coordinada con sindicatos, organizaciones obreras, políticas, populares, feministas y de derechos humanos que se organicen independientemente del gobierno para enfrentar sus políticas machistas que militarizan el país y defienden a los grandes capitalistas, su explotación y su despojo. | 
