Las obreras textiles entregaron los barbijos que fabrican en la Cooperativa Traful Newen a trabajadores y trabajadoras del hospital Castro Rendón y a la comunidad.
Desde el comienzo de la pandemia reconvirtieron la producción y pusieron su trabajo al servicio de las necesidades de la salud pública y la comunidad.
La obreras de la Cooperativa Traful Newen siguen poniendo la producción al servicio de las necesidades de la comunidad para enfrentar la pandemia. La semana pasada junto a ceramistas, trabajadoras de salud y la educación del Parque Industrial, entregaron barbijos en el centro de salud. Esta semana repitieron la actividad en el hospital de Neuquén.
Las obreras textiles no se olvidan de toda la solidaridad que recibieron durante los diez meses y medio de lucha. “Buscamos devolver a la comunidad toda la solidaridad que ha tenido con nosotras cuando los empresarios nos dejaron en la calle”, explican.
“Las y los trabajadores de Salud son los que sostienen los hospitales públicos en medio de la pandemia y garantizan el derecho a la salud de la población mientras. Por eso, queremos hacer nuestro aporte a los trabajadores que hoy se encuentran en la primera línea de batalla sin elementos mínimos y básicos de protección personal y también a la población más vulnerable”, explicó Marina Catilao.
Por su parte, Yanina Saldia, referente de la agrupación Violeta Negra del hospital dijo que esta actividad busca “soldar lazos de solidaridad entre los trabajadores y la comunidad frente al vaciamiento del sistema público de salud”.
En este sentido aseguró que “en el actual contexto de crisis económica y social, las gestiones obreras nos marcan una clara salida para los trabajadores y la comunidad". |