Es conocido por sus poemas “Amo el canto del zenzontle, pájaro de 400 voces, amo el color del jade y el enervante perfume de las flores, pero amo más a mi hermano el Hombre” . Nezahualcóyotl nació en 1402 y falleció en 1472. Sus proyectos de ingeniería urbana eran “fuera de serie” para su tiempo. Ayudó en la construcción de una gran urbe en Texcoco y en Tenochtitlán.
Tenían un baño instalado arriba de una montaña donde podría ver todo el territorio que gobernaba. Diques ejemplares, bibliotecas públicas llamadas Amoxcalli y grandes construcciones valieron para que algunos historiadores llamarán a Texcoco como la “Atenas” de Mesoamérica.
Nezahualcóyotl construyó jardines botánicos que los mismos españoles compararon con los míticos jardines colgantes de Babilonia. La labor urbanista de Nezahualcóyotl, hizo que Moctezuma Ilhuicamina solicitara la ayuda del rey poeta para embellecer Tenochtitlan. Entonces el de Texcoco ayudó a los de Tenochtitlán en la reconstrucción del acueducto de Chapultepec y la remodelación del templo mayor.
El tlatoani puso en pie en Tezcutzingo que significa “lugar o ciudad de peñasco” en lo alto de Texcoco, Estado de México el más impresionante jardín botánico de su tiempo. El cerro fue transformado en un sistema de riego que ayudó a conservar la biodiversidad del lugar.
Por eso, ni más ni menos, podemos decir que fue el primer ecologista de México. Como dato final. En México ser ambientalista es una labor peligrosa. Tan solo en 2020, 6 activistas defensores fueron asesinados: Homero Gómez y Raúl Hernández defensores de la mariposa monarca y los bosques michoacanos, Paulina Gómez amiga del pueblo wixarika y defensora del territorio sagrado de Wirikuta, el abogado Isaac Medardo opositor de los megaproyectos en Morelos, Adán Vez protector de los humedales de Veracruz y el mismo Eugui Roy.
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