Está probado que la totalidad de normas emitidas por el Gobierno Peruano hasta la fecha, solo han favorecido a los dos sectores de la burguesía que manda en el Perú, a la burguesía industrial y a la financiera, así, han permitido que las Empresas Mineras siguán laborando normalmente en pleno aislamiento social obligatorio, le han proporcionado ayuda a las AFPs comprándoles dólares a precios muy cómodos, han otorgado 30 mil millones de soles a los bancos, supuestamente para reactivar la economía, y han subvencionado las planillas de los grandes empresarios.
Sin embargo, el pueblo trabajador es el que realmente viene llevando la mayor carga en esta crisis económica potenciada por la crisis sanitaria. A punta de represión lo acinaron, y lo obligaron a subsistir con su propio dinero (2mil soles de la CTS, 2mil soles de las AFPs, todo este dinero de los propios trabajadores), incluso, le cargan ahora la responsabilidad de los contagios porque, según dicen los propagandistas del ejecutivo, el pueblo no supo “respetar la cuarentena”. A todo esto, se suma el hecho que el gobierno ha permitido que las empresas se acojan a la Suspensión Perfecta, con lo cual miles de trabajadores han quedado sin un salario. Queda demostrado así, que, en la práctica, este gobierno representa a la clase explotadora y no al pueblo trabajador.
Por esos beneficios al gran capital, las mineras siguieron produciendo en plena cuarentena, contraviniendo incluso la normatividad vigente, sin que sean sancionadas por ello, lo cual ha llevado a que hoy tengamos más de 500 trabajadores mineros contagiados, y que a estas alturas podamos decir que las minas se han vuelto un foco de contagio de Covid-19.
Mineras como Quellaveco de Anglo American, Southern Perú de Grupo México, Antamina, Chinalco, Antapacay, Cerro Verde, son algunas de las mas grandes minas del Perú que ya tienen trabajadores contagiados con Covid-19. No obstante, se preparan para el retorno de muchos trabajadores que se quedaron en las ciudades al comenzar la cuarentena nacional. Para ello, se han dado ciertos protocolos, en los cuales no toman en cuenta para nada la participación de los representantes de los trabajadores ante el Comité de Seguridad y Salud en el trabajo.
Por otro lado, las empresas mineras vienen exigiendo a los trabajadores que cuentan con mas de 60 años de edad o que tengan alguna enfermedad criónica y que deseen seguir trabajando, que firmen una declaración jurada en donde eximen de responsabilidad laboral o penal a las empresas si es que el trabajador resulta afectado producto de su trabajo, todo esto, reiteramos, con la complacencia del gobierno de Martín Vizcarra.
Esto pone de manifiesto, una vez más, que cuando se elevan los costos de producción, a raíz de fenómenos que obligan a las empresas a asumir ciertas disposiciones sanitarias, los empresarios siempre terminan cargando sobre las espaldas de sus trabajadores estos costos, por eso, y al no poder controlar los precios de las mercancías que venden, buscan controlar el precio de la mercancía que compran, es decir, la fuerza de trabajo, así, terminan estancando y disminuyendo sueldos y salarios, recortan beneficios sociales, endurecen las jornadas laborales, en síntesis, aumentan la explotación de sus trabajadores, que es, a fin de cuentas, de donde sale la ganancia de los empresarios.
Por todo ello, en todo este proceso, la clase trabajadora minera jugará un papel importante, el cual, en última instancia, estará condicionado por sus niveles de organización, esto contribuirá a definir el carácter de la lucha en este sector estratégico.
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