Las autoridades de Salud y el Gobierno no muestran interés en resolver nuestras necesidades, falta de recursos humanos en los distintos sectores del hospital: lavadero, de limpieza, enfermería, administrativos, pero también en los centros sanitarios, que desde principio de año quedaron sin atención nocturna, ante los recortes presupuestarios. Además se suma a esta situación nuestros sueldos de pobreza, la ausencia de paritarias y la inexistencia del prometido bono de 5 mil.
El hospital Oscar Orias tiene una infraestructura completamente antigua, y deteriorada, según los mismos protocolos la realidad hospitalaria es insuficiente. Actualmente ni siquiera funciona la terapia intensiva, o sea que ante cualquier urgencia, las personas tienen que ser trasladadas al hospital Pablo Soria, a más de 100 km.
Si bien en la provincia hace cuarenta y cinco días que no se presentaron casos, el Gobierno por los medios de comunicación habla como si pareciera que está todo bien y que está todo preparado ante nuevos contagios y que no hace falta nada, sin embargo las y los trabajadores vemos que no es así.
Somos las y los trabajadores que sostenemos el sistema de salud todos los días, médicos, enfermeras/os, técnicos en laboratorio, infectólogos, administrativos, trabajadores de limpieza, de alimento, los que conocemos como funciona todo, también de los peligros a los que nos exponemos como trabajadores y también los pacientes. Todas nosotras sabemos qué es lo que nos hace falta y la mejor forma de hacer las cosas para lograr una atención de calidad. Sin embargo, no somos parte de las decisiones.
No se puede trabajar sin reorganizar el sistema de salud en función de nuestras necesidades, con presupuesto para insumos, equipos e infraestructura, y que nos den respuestas acordes a los protocolos mínimos necesarios que tenemos que conocer los trabajadores para realizar nuestros trabajos ante la emergencia sanitaria y la extensión de la cuarentena.
Actualmente el rol de las direcciones de los sindicatos de la salud como ATSA, APUAP, ATE o UPCN, fue convocar a realizar la acción del ruidazo, después de casi 60 días, donde las y los trabajadores igualmente la aprovechamos para expresar nuestro descontento, aunque sabemos que fue totalmente tardía y sin un paro que permita a todos los trabajadores sumarse. De hecho después se olvidan de la necesidades planteadas por las y los trabajadores, sin generar asambleas para que seamos los trabajadores que definamos cómo continuar y con qué acciones para lograr nuestras demandas.
Desde Salud Desde las Bases Jujuy (compuesta por trabajadorxs que apoyamos al Frente de izquierda), nos parece importante darle continuidad a la fuerza que se expresó en el #Ruidazo, impulsando comisiones de seguridad e higiene de trabajadores sin ninguna distinción en los centros sanitarios y hospitales que permitan poner en conocimiento el protocolo de actuación ante el Covid 19 actual y elaborar propios en caso que los trabajadores vean necesarios, y que permita garantizar que existan EPP e insumos necesarios, como también derechos de las y los trabajadores, la apertura de concursos y el pase a planta de todas y todos los precarizados. Los sindicatos, todos dirigidos por organizaciones que son parte del Frente de Todos, como también las y los delegados se tienen que poner a la cabeza de esta tarea.
En el departamento y provincia donde se encuentra uno de los empresarios más ricos del país, como es Blaquier de Ledesma, donde vemos cómo el gobierno de Morales, pero también Fernández a nivel nacional, les bajan impuestos, e incluso subsidian el pago de salarios a sus trabajadores, las y los trabajadores de la salud, no tenemos más que exigir que la crisis la paguen ellos, y que presupuesto hay, a través del cobro de impuestos progresivos y extraordinarios a sus grandes fortunas, para un fondo especial ante la emergencia, administrado y controlado por las y los trabajadores. |