Como ya habíamos informado en La Izquierda Diario, el 11 de mayo se confirmó el primer caso positivo en el Hospital José T. Borda. El paciente no había sido aislado ante los primeros síntomas y se mantuvo en el pabellón compartido sin ningún tipo de protocolo preventivo. Hoy se ven las consecuencias: “hay entre 12 y 20 contagiados en el hospital “, según nos informó una médica de guardia, a quien se preserva identidad por obvias razones.
Trabajadores del hospital habían denunciado previamente la falta de insumos esenciales, la falta de personal y de habitaciones con ventilación acorde. Aún así, ante la desidia estatal, con un sistema de salud repleto de falencias y paradores cerrados por la cantidad de contagiados, el gobierno quiso poner al Borda a disposición para la atención de los casos más leves por coronavirus, lo que no llegó a concretarse.
Actualmente en el hospital de Barracas hay siete servicios aislados, cinco nuevos confirmados de coronavirus, entre ellxs tres enfermeras y dos médicos, y se estima que hay diez personas más infectadas.
Mientras el Gobierno de la Ciudad y el Nacional siguen apuntándose con el dedo acusador, la curva de infectados aumenta, especialmente en los geriátricos, barrios y hospitales. En la Ciudad de Buenos Aires ya hay más de 430 profesionales sanitarios con Covid-19. No está muy lejos de lo que sucede en la provincia, donde los infectados del personal de salud representan el 18,3% de los casos positivos, convirtiendo a Argentina en uno de los países con más infectados en la primera línea. Entre tanto, en el transcurso del día de ayer hubo reclamos de trabajadoras y trabajadores en la puerta del hospital por la implementación de hisopados masivos debido a la extensión de casos positivos, pero no se ha puesto en práctica una sola medida de fuerza y menos un plan de lucha por parte de los sindicatos de los trabajadores de la salud, que han sido doblemente precarizados y flexibilizados desde que comenzó la crisis.
Mientras los empresarios más ricos del país reciben ayuda del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y la CGT y la UIA acuerdan suspensiones de un 25%, es de urgencia para dar vueltas las prioridades de una vez, que se concrete el impuesto a las grandes fortunas planteado por el Frente de Izquierda. Que ese dinero sea destinado a medidas esenciales, a hisopados masivos e insumos para la salud, por ejemplo, para que dejen de ser un pedido y pasen a ser una realidad. |