www.laizquierdadiario.com / Ver online / Para suscribirte por correo hace click acá
La Izquierda Diario
23 de mayo de 2020 Twitter Faceboock

La Mota de Procusto: ¿cannabis para el tratamiento del Covid-19?
Juan Paz | Médico (Universidad Nacional de Tucumán)

Con la pandemia circulan noticias en este sentido. Analizamos la investigación, todavía preliminar, que les dio lugar, sus promesas y sus límites.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/La-Mota-de-Procusto-cannabis-para-el-tratamiento-del-Covid-19

Hace unas semanas circuló por las redes sociales una noticia que hace referencia al tratamiento del coronavirus con Cannabis. Sin dudas se trata de una planta con muchas propiedades que se conocen y otras que continúan en investigación. Sin embargo, la noticia hace un eco distorsionado sobre una investigación publicada en el mes de abril por un grupo de científicos de Canadá, liderados por Olga e Igor Kovalchuk en la universidad de Lethbridge, quienes trabajan con extractos de Cannabis en estudios del Cáncer y la Inflamación.

Existe sobrada evidencia de que, por un lado, los Cannabinoides (Endógenos y Exógenos) actúan modulando la expresión de los genes, es decir regulan la fabricación de determinadas proteínas por las células; y por otro lado, la elevada expresión de los receptores de la Enzima Convertidora de Angiotensina II (ACE2) en las células del tracto respiratorio y de la boca. En base a estos conocimientos los investigadores se plantean la hipótesis de que los Cannabinoides pueden modular la expresión de la ACE2 en los tejidos de pacientes con COVID-19. Centrándonos en el objetivo de la investigación, vamos a analizar el paper (artículo de investigación) publicado [1].

Paper: "En busca de estrategias preventivas: nuevos extractos antiinflamatorios de alto contenido de CBD de cannabis sativa modulan la expresión de ACE2 en los tejidos de entrada COVID-19". Preprints 2020.

Comenzaremos por aclarar que la mencionada publicación, es todavía lo que se llama "preprint", no está revisada de "a pares", una modalidad que aumentó con la urgencia de la pandemia y quiere decir que no hubo una lectura crítica por otros investigadores que aportarían una mayor rigurosidad científica a la publicación. Este es un paso importante ya que disminuye los errores con los que se pueda publicar un artículo. Por lo tanto, podríamos decir que la publicación “saltó la tapia para no pagar entrada”.

Una vez adentro del baile, observamos que los investigadores analizan 22 extractos de Cannabis Sativa cultivadas y desarrolladas por los centros de investigación de Canadá, y que cuentan con diversas proporciones en la relación de los principales componentes con efectos bioactivos: THC/CBD. En promedio, la relación de la concentración en los extractos utilizados fue de 1/22 (THC/CBD). Se concentró a 60mg/ml de estas soluciones y se las diluyó finalmente a 0.01mg/ml. Con esta última concentración se colocó en cultivos de tejidos humanos provenientes de la Industria Biotecnológica MatTek Life Sciences y se analizaron las respuestas.

Se trata de cultivos de tejidos humanos fabricados por bioingeniería, denominados: EpiOral, EpiAirway y EpiIntestinal, que simulan en 3D tejidos de la mucosa oral, del tracto respiratorio y del epitelio intestinal respectivamente. Retomando el conocimiento inicial de que todos los tejidos expresan ACE2 en la superficie de sus células, se investigó la expresión de estas proteínas luego de la exposición a los extractos de Cannabis.

El proceso consistió en inducir la respuesta inflamatoria de los tejidos biosintéticos para luego tratarlos con los extractos de Cannabis de diversas proporciones en sus concentraciones (de THC/CBD). Se analizaron los resultados, determinado los niveles de transcripciones del ACE2 en los tejidos expuestos a los extractos. Para alegría de los investigadores, un grupo disminuyó la expresión de las proteínas ACE2, y para el sensacionalismo mediático esta novedad fue una potencial fuente de likes y shares (compartidos) en las redes sociales.

Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones importantes. La primera, que se trata de un tejidos que a pesar de ser muy parecidos a los humanos, no pueden ser considerados como tales, ya que son sintetizados en laboratorios y los mecanismos fisiopatológicos puede ser diferentes. La segunda, que la inducción de inflamación puede ser muy diferente a la generada por el SARS-CoV2 en las células de la persona infectada. La tercera, que las concentraciones de THC/CBD no siempre fueron las mismas y algunas distintas, como por ejemplo se obtuvo similares resultados con un extracto de 1/35 que con otro de 1/1.5. Y finalmente, la cuarta: que los resultados presentados también muestran extractos que produjeron un incremento en la expresión de las proteínas ACE2 y con concentraciones similares.

En una entrevista, el investigador Igor Kovalchuk dijo que “varias cepas han reducido el número de los receptores en un 73 %” y que “los extractos de cannabis tienen potencial en hacer a las personas más resistentes al coronavirus”. Al parecer,se trata de una aproximación tendenciosa, sin medir los riesgos que puede generar en la era de que la prensa toma las palabras de los científicos como verdades absolutas.

Con esto no queremos decir que los Cannabinoides puedan ser inútiles en la lucha contra el COVID-19, sino que esta investigación está sesgada y parcializada, no solo por el sensacionalismo mediático, sino también por los investigadores que no discutieron ni advirtieron los otros resultados que plantean la contradicción con sus principales hallazgos.

Otros investigadores están poniendo el foco en la capacidad inmunomoduladora de los Cannabinoides, la cual podría jugar un rol crucial en el período patogénico del COVID-19, la denominada “Tormenta de Citoquinas”, modulando la respuesta inflamatoria que determina la gravedad en los pacientes infectados.

La pandemia ha acelerado los ritmos de producción científica y sus publicaciones en las revistas de mayor impacto. Sin embargo, esto no es garantía de que todo lo que se publica tenga rigurosidad científica.

Estamos seguros de que el Cannabis podrá tener un rol importante en la lucha contra el COVID-19, pero el mismo sistema que la prohíbe e ilegaliza su uso generando un comercio sin control de calidad mientras se estigmatiza y encarcela a cultivadores y consumidores, tiene como contracara su mercantilización, transformarla en un gran negocio. Lo que a nivel científico implica que muchas investigaciones tengan oculta una metodología de Procusto, el hijo de Poseidón que acortaba o alargaba el tamaño de la cama para cortar o estirar las piernas de sus víctimas, o en este caso el resultado y conclusiones de los papers.

 
Izquierda Diario
Seguinos en las redes
/ izquierdadiario
@izquierdadiario
Suscribite por Whatsapp
/(011) 2340 9864
[email protected]
www.laizquierdadiario.com / Para suscribirte por correo, hace click acá