El fundador de Pink Floyd dedicó unas palabras en homenaje a Ramona Medina a días de su muerte y criticó la desigualdad generada por el sistema capitalista.
Empieza hablando lento, auténticamente sensible. Es Roger Waters, saludando a la familia de Ramona Medina, a sus compañeros de La Garganta Poderosa, a sus familiares y a todos en la Villa 31. Pero también está listo para criticar la asquerosidad capitalista en la que vivimos.
Roger reivindicó la denuncia que había hecho Ramona por la falta de agua en la Villa 31. Algo brutal, irracional. En medio de una pandemia donde el gobierno exige a los “ciudadanos” que “se laven las manos”. Si. Pero en la “Ciudad” hay clases sociales y hay gente que no solo no tiene agua potable, sino que tampoco tiene que comer.
Violentamente, hay otro sector de la “Ciudad” que se enriquece a costa del saqueo a la mayoría de la población de la “Ciudad”. Léase robo y saqueo a los jubilados, o peor aún, como dijera Alejandro Olmos; que haber pagado durante décadas la odiosa deuda externa trajo consecuencias peores que el genocidio de la última dictadura militar.
Roger denuncia la desigualdad social motivada por la ganancia capitalista y no solo en la Argentina. Dice que “en Estados Unidos donde vivo yo, incluso intentarían vendernos nuestra propia agua de lluvia y si no pudiéramos pagarla viviríamos sin ella. Entonces Ramona tenía tanta razón en reclamar. Me da mucha pena que sus palabras no hayan sido escuchadas. Pero la recordaremos y continuaremos con su lucha”. Y agregó que volver a la normalidad antes del Covid 19 no es una opción y criticó a “las extraordinarias e imperdonables desigualdades que existen en nuestras sociedades, especialmente cuando hablamos de algo tan fundamental y simple como es el agua”.
Lo llamativo del saludo de Waters es que se niega a aceptar como “normal” el tipo de vida anterior a la pandemia. La “normalidad” que denuncia, afecta a millones de familias no tienen agua potable, alimentos, y hasta un techo bajo el cual vivir.
Violentamente (no encuentro mejor término), la tríada compuesta por Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof hablan, en sus conferencias de prensa, de “las villas” como si fueran algo “natural”. Como si fuera que nacieron solas, sin que la última dictadura militar no haya tenido nada que ver, ni los gobiernos radicales, peronistas, cambiemitas. Naturalizan a “las villas”, junto con un paquete de “ayuda” compuesto por más presencia policial.
La pandemia del capitalismo trajo muertes evitables. Muertes que ningún periodista se atrevió a preguntar (a ¿incomodar?) en la última conferencia de prensa que dieron los mandatarios para extender la cuarentena. Ni Ramona Medina, ni Luis Espinoza, trabajador rural, desaparecido forzosamente y seguido de muerte, aparecieron en las palabras de los mandatarios que siguen planeando una vuelta a la “normalidad” previa a la pandemia.
“El hombre ha conquistado los mares, la tierra y hasta el cielo. Pero la burguesía se ha encargado de convertir a nuestro planeta en una sucia y triste prisión” dijo León Trotsky. ¡Qué vigencia! Una sucia y triste prisión donde se incuba el germen de la rebelión contra la “normalidad” capitalista para conquistar nuestro derecho a vivir en paz.