La coyuntura transita por la discusión salarial; la política económica que pretende intervenir en la recuperación económica y el re-endeudamiento del Estado; y la discusión electoral por la gestión del capitalismo y la construcción de alternativa.
Veamos los tres aspectos por separado, aun cuando la realidad es integral.
1-Discusiones paritarias.
La patronal vía declaraciones de la UIA, la COPAL (alimentos) y las cámaras en proceso de negociación colectiva (comercio, cerealeras, bancarios, metalúrgicos, construcción, etc.) se han pronunciado por un ajuste salarial en torno al 20%, en un intento de bajar el piso y mediar con lo que se supone sea la demanda de máxima de los sindicatos.
Entre las organizaciones sindicales, la demanda fue diversa.
1.- Algunos se concentraron en una demanda asociada a un porcentaje que recupere lo perdido en el 2014 (5 o 6% estimado) y se anticipe a la evolución de precios del 2015 (para el estimado oficial en torno al 20% y para mediciones alternativas por encima del 25%). Esos porcentajes demandados oscilaron entre 30% (comercio) y 32% (metalúrgicos), entre otros.
2.- Otros se posicionaron desde el mínimo para el ingresante, caso de los aceiteros que reclaman 14.931 pesos mensuales, lo que supone un 42,5% de incremento sobre el mínimo resultado de la negociación del 2014 en torno al 38%; los azucareros demandan 15.000 mensuales, con un 40%, y los metalúrgicos exigen un mínimo de 8.500 mensuales y el % señalado.
El gobierno empezó sugiriendo un 24/25% y en los últimos días (hoy 14/5/2015) se movió a un % menor a 30%, en torno al 27 o 28% e incluso alguna cifra fija no remunerativa que haga parecer que se logró lo que demandaban los trabajadores. Señalan que las paritarias son sin techo y sin embargo no homologaron el acuerdo de Comercio por un 30% y presionan por menos.
Síntesis: queda claro ante la sociedad y especialmente los trabajadores que la posición del gobierno es más cercana a las patronales que a los sindicatos. Y que necesitan sindicalistas afines que actúen en el disciplinamiento salarial/paritario. Resulta de interés ver las dos posiciones sindicales y prestar atención a la suma mínima de aceiteros y del azúcar. La CTA Autónoma venía sosteniendo un mínimo de $12.000 para salarios y jubilaciones. Hubo paros de bancarios y subsiste el de aceiteros, se anuncian de metalúrgicos y el transporte anticipa para la primera semana de junio; el paro general podría ser convocado por CGT y CTA Autónoma en el marco de la unidad de acción para la segunda semana de junio.
La lucha por el salario es parte de la lucha de clases y el límite de la demanda es una cuestión política. Se pretende hacer ver que la suba de salarios más allá de cierto límite exacerba la inflación. En general, es muy pobre lo que se denuncia respecto del efecto inflacionario de la ganancia empresaria. La inflación es AUMENTO DE PRECIOS. Solo puede aumentar precios el que PUEDE. Parece tautológico pero es real. ¿Pueden los trabajadores aumentar el precio de la fuerza de trabajo? Es una cuestión de PODER y convoca a la necesaria acumulación de poder popular, de las trabajadoras y los trabajadores.
La política económica ante la desaceleración
El gobierno se jacta de la mejora en la acumulación de las reservas internacionales; en la disminución de la brecha cambiaria entre oficial y blue y por lo tanto en una estabilización de la situación macroeconómica.
Lo que tenemos que observar es si en octubre 2014 las reservas internacionales eran de 27.300 millones de dólares contra un máximo de 52.000 millones de dólares en octubre del 2011, al 5 de mayo del 2015 el BCRA registró 33.901 millones de dólares. Eso es producto de préstamos internacionales que algún día habrá que pagar.
Se terminó el desendeudamiento (como retórica oficial) y se retomó el camino del nuevo endeudamiento, aunque eso no sería nuevo, porque en rigor la deuda no se paga, sino que se renueva tal como se manifiesta con 190.000 millones de dólares cancelados en una década y un stock de deuda de 250.000 millones de dólares, cuando al momento del default en 2001 era de 141.000 millones de dólares. El llamado desendeudamiento alude al cambio de deuda externa por interna. Se canceló con acreedores externos (entregando dólares) y se transfirió la deuda a organismos nacionales (una verdadera situación de “paga Dios”) como la ANSES (nuestras jubilaciones a futuro), el BCRA o el BNA.
Vale recordar la convocatoria en Buenos Aires a una CONFERENCIA INTERNACIONAL sobre Deuda, Bienes Comunes y Dominación a realizarse entre el 3 y el 5 de junio del 2015 (ver más información), y que en simultáneo se hará la Asamblea del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, CADTM.
¿Por qué baja la brecha del dólar? Porque el BCRA está asegurando vía regulación de tasas de interés en plazos fijos e instrumentos financieros por encima de la inflación esperada por el INDEC, sin perjuicio de fortalecer mecanismos de control de las vías ilegales de suministro de divisas (cuevas).
Así, para la especulación financiera resulta más rentable invertir en plazo fijo que en divisas, con cotización administrada por lo menos hasta el 10/12 (cambio de gobierno) e incrementando la deuda interna en manos del BCRA. Lo que hacen hoy los especuladores es invertir en plazo fijo hasta diciembre, y recién entonces pasarse a dólar. Es negocio asegurado, en la expectativa de devaluación, que nadie descarta, salvo lo que explicitan las autoridades.
Todo indica que continúa el estancamiento o desaceleración de la economía, con recesión en la producción manufacturera, clave del crecimiento del empleo entre 2002 y 2007. El propio INDEC destaca 400.000 puestos menos de trabajo en el 2014. La forma de revertir la situación en la lógica capitalista es la apuesta a INVERSIONES que el Estado no puede por insuficiencia de recursos genuinos, y el sector privado escamotea si es que no obtiene GARANTÍAS de SEGURIDAD JURIDICA y condiciones para repatriar divisas. Nadie discute el modelo productivo y de desarrollo que define el carácter dependiente del capitalismo local.
El FMI volvió a incluir a la Argentina en sus informes y aun cuando el gobierno critica las recetas del Fondo, es indudable que éste incluye al país por guiños de normalización de relaciones. Recordemos que el FMI asesoró en el nuevo índice de precios y evolución de la economía, necesario para quitar la sanción oportunamente establecida.
El gobierno intenta medidas de estímulo al consumo, la única variable en que puede incidir, ya que no puede intervenir en inducir la INVERSIÓN o el saldo positivo del comercio exterior, en baja por caída de los precios internacionales de las comodities que hacen bajar el ingreso de divisas por exportaciones aun cuando crece la cosecha agraria.
Economía y política. La alternativa
La coyuntura está atravesada por la renovación electoral. El gobierno se juega al triunfo en 1° vuelta y para ello necesita superar el 40% de la votación. Por eso algunas medidas que impacten en el consumo popular y que parece contradictorio con lo visible de los límites que establece en la negociación salarial de estas horas.
Se discute la gestión del capitalismo argentino. Si nos atenemos al discurso, la oposición con posibilidad de ganar, especialmente MACRI sostiene desde sus equipos de economistas una visión neoliberal, y algunos pretenden un discurso más a la derecha y liberalizador como en los 90. Por ahora, quienes aparecen por MACRI sostienen un discurso amigable con el MERCADO y los INVERSORES externos.
En el oficialismo, especialmente KICILLOF, no así BEIN, hombre de Scioli, se apuesta más a un neo-keynesianismo o neo-desarrollismo, bajo el discurso de la “inclusión social”, que no modifica las cuestiones estructurales que dejó la década del 90´, Menem y De la Rúa mediante, y antes la dictadura. BEIN es muy parecido al equipo de MACRI.
Oficialismo y oposición están por la defensa del capitalismo. El problema sigue siendo la alternativa, que tiene en la base la construcción de un sujeto popular masivo y consciente en la lucha contra el capitalismo y el imperialismo y por el socialismo.
Buenos Aires, 14 de mayo de 2015
|