En la capital rionegrina los problemas de la educación se destacaban, como en toda la provincia, por la falta de inversión: cortes de luz, calefactores que explotaban, plagas de roedores. Por el lado de la docencia, están quienes tienen la necesidad de trabajar en dos o tres cargos para llegar a fin de mes mientras los idóneos y recién recibidos no consiguen horas. Esta situación se agravó con la pandemia, amplificando enormemente la precarización del rol docente.
Inestabilidad laboral
A la precariedad de la propia actividad, con docentes que enseñan como pueden detrás de una compu, si es que tienen internet; ahora se le suma la inestabilidad laboral. Silvia, docente de lengua en secundaria, nos cuenta: “Soy docente idónea, trabajo en la escuela y en un gimnasio. Me quedé sin las horas. Tuvo que volver la titular a trabajar. Al dar clases de manera virtual no tiene más la licencia”.
Esto no es un caso aislado, Cecilia, maestra de jardín con más de 20 años de antigüedad, nos dice: “me quede sin un cargo porque la junta médica le dio el alta a la titular”. El Ministerio de Educación ve de la crisis una oportunidad: achica la planta docente, un ajuste encubierto.
Está claro que es necesario llamar a nuevos actos públicos para que ningún docente se quede sin trabajo. Pero como nos relata Cecilia: “entré a las asambleas virtuales y no hay cargos para nivel inicial, ni siquiera uno solo”. Claudio, profesor de Lengua, asegura: “a mí me jodieron, tenía 25 horas y me quedaron solamente 9, asique estoy sobreviviendo con eso. Lo de las asambleas virtuales no pude agarrar nada, encima la semana pasada se cayó el sistema”. En una gobernación como la de Carreras, que aseguró en su discurso de asunción que la gobernación “tendrá una fuerte imrponta tecnológica” para agilizar la gestión y que luego anunciara una Agencia de Innovación Tecnológica, es la segunda vez consecutiva que al llamarse a las asambleas virtuales, la página del Ministerio se cae.
Precariedad de la vida
La precariedad e inestabildad de los cargos es a su vez precariedad de la vida. Marta, profesora de idioma afirma: “estoy debiendo el alquiler. Estoy sin cobrar la ayuda del gobierno, la pedí pero no me la dieron porque seguramente debo aparecer como tallerista del instituto. No sé cómo hacen la trampa los del instituto porque no tengo recibos de sueldo”.
No es un caso aislado, Silvia afirma, “no puedo pagar el alquiler asique me voy a mudar a una casa que me presta una amiga en El Condor (….) este mes me van a pagar unos dos mil pesos, entonces no me permiten recibir la IFE porque pertenezco todavía al estado”.
Detrás de cada relato, hay familias enteras que quedaron sin sustento. Lucila, docente de música, se sincera: “no empeoró mi situación porque mi marido trabaja en un frigorífico que es un producto esencial. Pero mi hermana trabaja como corredora para una empresa de proveedurías y almacen . Ganan con mucha suerte 15 mil pesos arriba de la bici, sin ningún tipo de seguro”.
El sindicato, Unter Central, habla en el último plenario de “abordar la situación de compañerxs que aún no han podido acceder a ningún cargo u horas” pero no ha habido ni una sola acción de reclamo por estas situaciones, mientras día a día comentan de las “experiencias pedagógicas” de quienes están dando clases. Sectores de la oposición, como Unter Cipoletti denunciaban el levantamiento de los cargos por las juntas médicas.
Mientras el gobierno habla de la continuidad pedagógica los docentes le ponen el cuerpo en una situación cada vez más insostenible. Esta situación de precariedad no es un hecho aislado, refleja la situación de miles de trabajadores y trabajadoras que comienzan a organizarse en una Red nacional de Precarizadxs exigiendo un salario de cuarentena. La docencia es parte de esto. Es por eso que los invitamos a sumarse este sábado a la primera reunión virtual abierta de trabajadores de todos los sectores de La Red Prercarizadxs.
* Los nombres de las personas encuestadas han sido modificados preservando su identidad
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