Hace dos días atrás, copaban los matinales con los conteos de funcionarios contagiados. Según el más reciente levantamiento de cifras, el número de casos ascendió a 2400, de un total de 82.299 contagiados y 841 fallecidos.
El número de funcionarios contagiados aún no alcanza el 10% del total de los casos que ha caracterizado a los países más afectados por la pandemia como ha sido Italia, EEUU o el Reino Unido; sin embargo, lo que no se menciona -quedando velado tras números sin rostro- es la concentración de casos, el aumento explosivo de éstos y la falta de seguimiento tras la cuarentena, en la Región Metropolitana y especialmente en el sistema de salud pública.
Ya es conocida la dramática situación de una joven pareja de profesionales de salud en la quinta región, conectados a ventilación mecánica, y padres de dos pequeños de 8 y 12 años.
De los 2.400 casos diagnosticados positivo, se lamenta la muerte de 5 funcionarios. Ayer falleció el especialista René Sánchez del hospital Sótero del Río y el funcionario Juan Bautista del Cesfam de San Ramón Gabriela Mistral.
Juan Bautista era guardia del centro de salud Gabriela Mistral, tenía 69 años, padre de dos hijos, y era una persona diagnosticada con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva); sin embargo, a pesar de ser población de alto riesgo, siguió en sus funciones, sin que nadie velase por su condición.
En el caso del profesional René Sánchez, gastroenterólogo del Hospital Sótero del Río, estuvo luchando un mes contra la enfermedad, la que finalmente lo venció el día de ayer, dejando a la Comunidad Soteriana con un duelo muy difícil de sobrellevar, ya que el profesional dejó una profunda huella humana como servidor público en sus larga trayectoria de trabajo en la Institución, y fue conocido por su disposición entregada a sus pacientes y a los funcionarios que acudían en su ayuda.
Rescatamos algunas declaraciones de funcionarios y funcionarias del hospital, recibidas a través del nuestros canales de denuncias anónimas:
“Era uno de los pocos médicos que estaba dispuesto a ayudar si algún funcionario lo necesitaba, yo personalmente hace muchos años hablé con él porque mi mamá necesitaba hacerse una endoscopia y él no tuvo ningún problema, y me hizo una orden y autorizó el examen”
“Una gran persona excelente profesional, súper humano nunca, pero nunca, decía que no. Siempre con disposición a ayudarte es una inmensa pena una perdida enorme para la familia soteriana”
Frente a esta lamentable pérdida, Gonzalo Menchaca, director del hospital, sacó una declaración en la que señaló:
"Con profundo dolor comunico el fallecimiento de uno de los nuestros, el doctor René Sánchez, quien falleció víctima de la enfermedad coronavirus. Él trabajó hasta el último día y estuvo un mes luchando con superar esta enfermedad. Él luchó toda la vida por los enfermos del Sótero y su memoria nos obliga a seguir luchando aún más y trabajando con todo empeño y entusiasmo. Su familia, este hospital y este país, perdió a un gran hombre que trabajó de manera silenciosa, sin ambición más que cuidar a los enfermos", sostuvo (las negritas son nuestras).
Sin insumos y con protocolos negligentes aumenta el riesgo de contagio en hospitales y consultorios
En La izquierda diario estamos siguiendo la situación interna de varios hospitales y publicamos varias denuncias sobre las graves condiciones de inseguridad en las que se desempeñan las y los trabajadores de la primera línea; falta de insumos y EPPs, ausencia de testeos masivos, y falta de exámenes PCR a quienes se reintegran a trabajar, luego de estar en cuarentena.
Además está la negligencia criminal de autoridades centrales como Piñera, Zúñiga y Mañalich; así también a causa de directivos sordos e indolentes a los gritos desesperados de profesionales, técnicos y auxiliares, como Gonzalo Menchaca, director del hospital de la zona sur oriente
Entre la pomposidad del anuncio de hospitales modulares y el show mediático con las cajas de alimentación, medidas que parecen una burla frente a las reales necesidades de un pueblo que padece las más terribles carencias, el Gobierno y las autoridades de cada institución de salud pública se reconfortan a sí mismos en las confusas cifras que sepultan el rostro humano de estas pérdidas.
Este es el informe de la actual situación de contagios al interior del Hospital, donde las cifras generan perspicacias, ya que no se cuenta la muerte del médico René Sánchez, pese a que sensibilizó a toda la comunidad:
No solo es el funcionario número 4 o 5 que fallece, fue un médico que podría haber estado ganando millones en alguna clínica, lejos de los focos “populares” de contagio que son los hospitales públicos en zonas tan golpeadas como la comuna de Puente Alto y su gente. Se ha perdido una vida consagrada al servicio público de todos aquellos obligados a producir y ahora arrojados a la cesantía, abandonados por el sistema y el Estado.
¿Qué nos dice entre estas líneas Gonzalo Menchaca?
“Su memoria nos obliga a seguir luchando aún más y trabajando con todo empeño y entusiasmo. Su familia, este hospital y este país, perdió a un gran hombre que trabajó de manera silenciosa”.
Le dice a la comunidad soteriana que debe seguir su ejemplo, seguir luchando con todo el “empeño”, pero sin insumos, sin testeos masivos y con la UCI al 100%; con “entusiasmo” en medio de una oleada inédita de trastornos psico-afectivos que los mismos funcionarios han denunciado, como crisis de pánico, depresión, ansiedad; y peor aún, a hacerlo de manera “silenciosa”, sin quejarse, en la abnegación cuasi religiosa por un bien mayor.
Pero quienes pagan los costos de este “bien mayor” (¿la economía, el retorno a la normalidad?) no son los directivos como Menchaca o su familia, sino que son los/las profesionales, técnicos, auxiliares y administrativas/os, familias y comunidades que los rodean.
Es por esto, que cuando aplaude Mañalich y su equipo, es un aplauso hipócrita, para si mismos.
Ante todo este verdadero y contemporáneo "Coliseo Romano", (que en la historia occidental quedó grabado como un campo de batalla y teatro a la vez, en donde lanzaban a una pelea por vivir o morir a los esclavos gladiadores) es fundamental que comience a articularse la voz de denuncia de las y los trabajadores de la salud, de las comunidades, de los trabajadores en defensa de sus trabajos y de cesantes que necesitan con urgencia recuperar sus trabajos o sus ingresos.
Es importante destacar en ese sentido cómo desde el sector de la FENACOR, que agrupa a varias asociaciones base de distintos hospitales, se ha venido denunciando la falta de insumos y EPPs desde un comienzo y en el especial caso desde las y los trabajadores de la Fenats del Barros Luco que han levantado en conjunto con organizaciones sociales, sindicales y territoriales un Comité de Salud y Seguridad desde el cual el gran desafío ahora es pensar como dar una respuesta desde la articulación de sectores de estudiantes, pobladores y trabajadores, tanto para organizar la solidaridad como para articular la lucha férrea por insumos, testeos, contra los abusos y despidos, para que la crisis no la pague el pueblo, sino que las grandes riquezas y dueños de holdings y conglomerados que hoy se llevan toda la plata del Estado y despiden o suspenden a destajo. |