Durante el mes de abril, según el informe presentado por el INDEC este miércoles, las exportaciones sumaron u$s4.329 millones, lo que representó una baja interanual del 18,9% debido a la caída en cantidades de 13,0% y en precios de 6,7%. Al mismo tiempo, las importaciones se desplomaron un 30,1% y totalizaron u$s2.918 millones, las cantidades bajaron 27,5% y los precios se contrajeron 3,6%.
Con estas cifras, la balanza comercial de la Argentina registró un saldo positivo de U$S1.411 millones en el cuarto mes del año, un aumento de U$S246 millones con respecto a abril de 2019. Esto implicaría una buena noticia para el Gobierno en su búsqueda de obtener dólares para pagar la deuda externa, pero el derrumbe en el intercambio con el exterior es un síntoma de la profundización de los problemas en la producción.
En el primer cuatrimestre las exportaciones acumulan una merma del 10,9%, mientras que las importaciones se retraen 21,5%. La baja de las exportaciones en abril es más profunda que la de marzo, cuando habían caído 15,9%, en cuanto a las importaciones el descenso también es más marcado ya que en marzo habían bajado 19,7%.
Los principales socios comerciales siguen siendo China, Brasil y Estados Unidos en ese orden, pero sufriendo grandes modificaciones por la pandemia. Con el primero las importaciones cayeron un 40,3% y con el segundo las exportaciones se desmoronaron un 50,7%. En valores totales las exportaciones a China alcanzaron 509 millones de dólares y las importaciones 411 millones de dólares. Las exportaciones a Brasil sumaron 387 millones de dólares y las importaciones 519 millones de dólares. Las exportaciones a Estados Unidos sumaron 268 millones de dólares y las importaciones alcanzaron 384 millones de dólares. Estos tres países en conjunto absorbieron 26,9% de las exportaciones de la Argentina y abastecieron 45,0% de las importaciones.
Según su composición las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI), combustibles y energía (CyE) y manufacturas de origen agropecuario (MOA) descendieron de manera interanual 58,3%, 33,9% y 2,7%, respectivamente; mientras que las de productos primarios (PP) aumentaron 10,8%. El Departamento de Comercio estadounidense rechazó un reclamo argentino, dificultando aún más frenar la caída, al decidir mantener intactas las tarifas de importación de biodiésel del 74%. Era el principal producto de exportación a EE.UU, llegando a los US$ 1.200 millones por año antes de la elevación del arancel en 2018.
Por el lado de las importaciones, los bienes de capital (BK) disminuyeron 34,9%; las de bienes intermedios (BI), 14,2%; las de combustibles y lubricantes (CyL), 47,3%; las de piezas y accesorios para bienes de capital (PyA), 43,7%; las de bienes de consumo (BC), 19,7%; y las de vehículos automotores de pasajeros (VA), 57,6%.
El superávit acumulado entre enero y abril alcanzó los U$S4.720 millones contra los U$S3.168 registrados en igual período de 2019. Pero este dato aislado puede ser engañoso, en realidad está reflejando el hundimiento de la industria argentina y la caída del consumo que hacen disminuir las importaciones en mayor medida que las exportaciones. Si el Gobierno no toma medidas para evitar que esta crisis la paguen los trabajadores, como viene proponiendo el Frente de Izquierda, los empresarios buscarán distribuir sus pérdidas actuales y preservar las ganancias que obtuvieron durante años.
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