Tras la última reunión nacional, celebrada por Zoom, diversas organizaciones políticas y sindicales italianas que participan del Acuerdo de Acción para una lucha común, convan a una manifestación contra la gestión patronal de la crisis de la pandemia por parte del Gobierno y la recesión que la ha acompañado.
Se encuentran entre los convocantes organizaciones como Si Cobas, ADL Cobas, Potere al Popolo, Blocchi Precari Metropolitani [movimento por la vivienda de Roma], Fronte della Gioventà Comunista, el movimiento No Tav, FIR, PCL, Sinistra Anticapitalista, entre otros.
Desde el periódico La Voce delle Lotte apoyan la propuesta de una jornada unitaria de manifestaciones a nivel nacional, que se construirá en todos los territorios posibles, para el sábado 6 de junio.
Así lo expresaba Giacomo Turci de la FIR: “Razón de más para preparar esta jornada con la más amplia participación de sectores de trabajadores, más allá de las organizaciones que ya se adhieren al Acuerdo de Acción. Nosotros planteamos la formación de una coordinación nacional para dar seguimiento a las decisiones tomadas por las asambleas que se están celebrando. Por otra parte, proponemos la organización de asambleas y formas de coordinación local, territorial o ciudadana, para construir eficazmente una vía de discusión sobre un programa común de lucha contra la emergencia sanitaria y las políticas capitalistas, y la unidad de acción basada en un amplio proceso de toma de decisiones, efectivamente abierto a la base de las diferentes organizaciones, construidas según los criterios de la democracia obrera”.
Publicamos a continuación los principales ejes del comunicado y sus reivindicaciones.
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La quinta Asamblea Nacional del Acuerdo de Acción por un Frente Único Anticapitalista (ver más abajo), celebrada en modo telemático el martes por la tarde, encontró una amplia convergencia de las organizaciones presentes sobre la necesidad de lanzar una jornada de lucha unitaria en todas las ciudades el sábado 6 de junio.
Luchemos juntos contra las políticas de hambre y crimen social que quiere la Confindustria.
¡No somos carne de matadero!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
A continuación, las demandas unitarias en las que se basó la propuesta de un acuerdo de acción para el frente único.
1. Los costos de la pandemia deben ser pagados por los capitalistas, empezando por el 10% de los más ricos de la población para recuperar al menos 400.000 millones de euros;
2. El derecho a permanecer en casa con el sueldo completo hasta el final de la pandemia, para todos los trabajadores de los sectores y servicios no esenciales: nuestra salud vale más que sus beneficios;
3. Medidas de prevención extraordinaria, con test de covid para todos los trabajadores, empezando por los que se ven obligados a trabajar en estas semanas, especialmente la población sanitaria;
4. Plan de contratación de nuevo personal sanitario: contratación en las categorías públicas y contratos estables para los precarios y las precarias, para garantizar también la reducción de los turnos de trabajo y las vacaciones;
5. Extensión inmediata de las “rentas de ciudadanía”. Sin limitaciones y con un aumento de las cantidades como para garantizar a todos un salario y unos ingresos para poder vivir y en la perspectiva de la reducción drástica y generalizada del tiempo de trabajo por igual salario, para que puedan "trabajar todos y trabajar menos";
6. Garantizar la libertad de huelga y la elegibilidad sindical, contrarrestando concretamente las prohibiciones de la jefatura de policía, los prefectos y la Comisión de Garantía de Huelgas: mientras trabajes tienes derecho a la actividad sindical y a la huelga;
7. Regularización y amnistía para todos los inmigrantes, comenzando por los miles de inmigrantes "irregulares" en el sector laboral: permisos de residencia, documentos de identidad personal y pleno reconocimiento de los derechos de todos los inmigrantes; garantía de ingresos y salarios, derecho a la vida y a la atención sanitaria; para el cierre de la Centros de internamiento para extranjeros y la reapertura de los puertos;
8. Confiscación inmediata de todas las clínicas privadas, incluso después de la emergencia, y de todas las instalaciones para reconstruir todos los servicios sanitarios territoriales destruidos; contra la mercantilización de la salud, por un servicio sanitario único, universal, eficiente y gratuito;
9. Suspensión inmediata de los alquileres e hipotecas de la primera casa, así como de todos los servicios públicos (electricidad, agua, gas, Internet) y suspensión indefinida de los desalojos de todas las ocupaciones para fines de vivienda;
10. Revocación de las medidas restrictivas – una vez finalizada la emergencia – que se utilizan para reprimir huelgas, movilizaciones y manifestaciones; contra los Decretos de Seguridad y contra cualquier hipótesis de una mayor militarización de los territorios y lugares de trabajo;
11. Revocación de cualquier proyecto de "autonomía diferenciada" entre regiones. Lo que resulta ser una penalización para los trabajadores del Sur, que reproduce el fallido modelo de gestión regional y ha contribuido a la emergencia actual;
12. Drástico recorte de los gastos militares (un F35 equivale a 7113 respiradores) y de las grandes obras inútiles y nocivas (como trenes de alta velocidad TAV, TAP, Muos);
13. Amnistía y medidas alternativas para garantizar la salud de todos los detenidos y reclusos;
Una versión de este artículo fue publicada originalmente en italiano en La Voce delle Lotte. |