Laura trabajaba en una empresa que toma el servicio de comedor en las escuelas y hospitales provinciales. Como es de público conocimiento, estas empresas pertenecen a los servicios declarados esenciales durante la pandemia, por lo tanto nunca dejaron de obtener ganancias.
Además, están estrechamente ligadas al Estado provincial. Lo que significa que fueron beneficiadas con el salario complementario aportado por el Gobierno como una política de rescate a las empresas. Sí, a las empresas, porque para las y los trabajadores solo implementaron más ajuste.
De esto da cuenta Laura en su testimonio:
"Mi experiencia de trabajo en la escuela fue buena, me sentía bastante cómoda. Pero mi experiencia de trabajo en el hospital fue pésima. No teníamos los elementos de trabajo necesarios, tampoco la vestimenta. Teníamos un solo uniforme, lo cual es poco, porque al estar trabajando con comida siempre se ensucia y mancha. El único elemento que nos dio la empresa para cuidarnos fue un solo barbijo 3M. Cuando pedí que me dieran otro, me empezaron a decir que no había y así la patearon por siempre, nos dieron un solo barbijo en tres meses de trabajo. Al tiempo, como la situación sanitaria empeoró implementaron máscaras, pero solo daban 4 unidades para repartir en dos turnos, y en cada turno hay 3 o 4 trabajadoras. Por lo tanto, teníamos que compartir las máscaras entre todas”.
¿Cuáles fueron las condiciones del contrato que firmaste?
Las jornadas en el hospital eran de once horas de corrido. Firmé un contrato de tres meses con la empresa (periodo de prueba) y ni siquiera esperaron cumplir ese plazo, nos despidieron antes. Poniendo como excusa la situación actual de crisis sanitaria y pandemia. Así, de un día para el otro. Nos despidieron sin importar la situación de cada una de nosotras. En abril cobramos la mitad de nuestro sueldo, o sea nos redujeron el sueldo, cuando ya es bajo para la cantidad de horas de trabajo y es lo que no se debería hacer en el caso de sueldos mínimos.
Esta realidad se vuelve similar a la de las y los trabajadores de las empresas de limpieza que también forman parte de los servicios esenciales en escuelas y hospitales provinciales. Empresas que también fueron beneficiadas con el pago del 50% del sueldo a sus empleadas. Las mismas que desde el 16 de marzo despiden, suspenden, y tampoco brindan los elementos necesarios para la protección de las y los trabajadores que desempeñan el primordial trabajo de hacer la limpieza en los hospitales públicos. Realidad que venimos reflejando en La Izquierda Diario a través de las denuncias que recibimos de las y los trabajadores.
Entendiendo que hay un DNU que prohíbe los despidos, ¿por qué crees que las empresas siguen despidiendo y hace caso omiso?
Calculo que las empresas intentan justificarse con la situación que estamos pasando, pero no tienen en cuenta que al trabajador lo dejan desempleado de un día para el otro cuando todos tenemos obligaciones y cuentas que pagar como alquileres, impuestos y sin ir más lejos nuestra comida. Yo no estoy de acuerdo con lo que están haciendo los empresarios, de hecho, a mí me dejaron sin trabajo, incluso primero me reajustaron el sueldo. Pero no me quedaba otra que aceptar el dinero que me entregaban porque realmente lo necesitaba y se aprovechan de eso.
Ante esta situación en la que hay miles de despidos, suspensiones y rebajas salariales, existe una importante cantidad de jóvenes precarizados que se están organizando en La RED y están saliendo a la calle para que sean visibles sus reclamos, condiciones laborales, etc. ¿Qué te parece esta iniciativa?
Apoyo esta iniciativa, porque me parece justo que nuestros derechos como trabajadores se cumplan, hay muchos jóvenes desempleados en Córdoba y no tenemos ayuda de nada. En esta época de pandemia muchos están arruinados económicamente y no nos queda otra rebuscárnosla como sea para salir adelante. Pero tenemos derecho de tener un trabajo digno. Los empresarios hoy en día no son nada flexibles y cada vez está costando más conseguir empleo.
En las últimas décadas la precarizacion laboral en todas sus formas tuvo un avance sin precedentes. Hoy se estima que alrededor del 40% de los trabajadores son precarios. La gran mayoría de este tipo de trabajos afectan a los jóvenes y las mujeres, estas últimas en su mayoría único sostén de hogar.
Frente a esta realidad, La Red de Precarizados se organiza para salir en un nuevo aniversario del Cordobazo a luchar por el IFE, para todas y todos, para pedir insumos de protección y cuidado personal, y sobre todo para demostrarle a estos empresarios que nuestras vidas valen más que sus ganancias. |