La empresa líder en el sector despidió a 150 trabajadores precarizados y a otros les debe parte del salario desde marzo. El sindicato UTA se mantiene borrado. Claudio Dellecarbonara, diputado del Frente de Izquierda, estuvo en la marcha.

Este lunes 1 de mayo se lleva a cabo una nueva movilización al Obelisco.
Sus principales reclamos son la renovación de contrato de 150 trabajadores que fueron llamados por la empresa para cubrir la temporada de verano, que es la época del año donde aumenta la demanda. Y se suma el pago total de los salarios adeudados desde el mes de marzo.

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Como mencionaron los choferes en entrevistas realizadas por canales de TV antes de partir hacia el Obelisco, la no percepción de sus salarios les impide pagar sus alquileres, proveer a sus familias y en el caso de algunos la situación se agrava al tener miembros del grupo familiar con alguna discapacidad.
La primera se llevó a cabo el pasado 19 a la sede de la avenida Alem del Ministerio de Trabajo. En esa oportunidad, al no obtener respuesta, decidieron dirigirse al centro porteño para visibilizar este atropello patronal.
Se trata de la segunda acción que realizan los choferes de ésta empresa de mediana y larga distancia.

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Todo esto parece importarle poco a la empresa, al Ministerio de Trabajo y a los dirigentes de la UTA, sindicato al cual pertenecen y de quienes no están recibiendo ningún apoyo. Según cuentan los trabajadores, el sindicato sólo apareció al momento de sentarse con la cámara empresaria para empezar a diagramar las suspensiones y la baja salarial del 40%.

Sobre los 150 trabajadores a quienes no les renovaron el contrato, contaron a La izquierda Diario que se trata de choferes que son llamados para las temporadas altas pero que finalizadas éstas son despedidos de forma encubierta pidiéndoles la renuncia con la promesa de que serán llamados nuevamente el año siguiente. Esta vez ni siquiera existió esa promesa. Se les notificó la finalización de su contrato y se les abonó sólo parcialmente el sueldo.

Se trata de un caso más en los que las patronales utilizan la cuarentena obligatoria para no pagar salarios, suspender y despedir.
Incluso en casos cómo éste en el que además de no poder demostrar crisis, la empresa Plusmar junto con las otras del transporte de larga distancia acaban de recibir subsidios millonarios por parte del gobierno a través del Ministerios Transporte. En el caso de Plusmar fue la que recibió el monto más alto entre sus competidoras del sector: mas de 32 millones y medio de pesos (La Nación, 28/05/20).

Desde La Izquierda Diario nos solidarizamos y ponemos a disposición de los choferes de Plusmar para replicar las denuncias y atropellos que vienen sufriendo.