Julieta Alves es jugadora del equipo femenino de futbol de Defensa y Justicia, que milita en la Primera División B. Como muchas otras jugadoras de la división, Julieta no vive del futbol y debe trabajar paralelamente. Esto dificulta mucho la actividad de las jugadoras que deben hacer malabares para combinar horarios de trabajo, a veces de estudios y de entrenamientos. Antes de llegar a Defensa y Justicia (en realidad su segundo ciclo en el club), y luego de varios años de jugar en futbol 5, Julieta empezó actuando en el futbol 11 en el equipo de la Universidad Arturo Jauretche.
Hoy en día, siendo una de las referentes de las Halconas de Varela, Julieta Alves junto a otras jugadoras del ascenso femenino, decidieron organizarse en “Ascenso Colectivo” para mejorar las condiciones de la práctica del futbol femenino, para visibilizar los problemas de las jugadoras del ascenso. A continuación, Julieta nos cuenta un poco más sobre esta iniciativa y sobre diferentes cuestiones que se le plantean al futbol femenino de ascenso.
Sos una de las que lanzó Ascenso Colectivo que organiza a algunas jugadoras del futbol femenino de ascenso ¿qué las llevó a impulsar este colectivo? ¿Podrías contarnos cómo surgió, cuántas jugadoras organizan y de qué clubes?
Lo que nos movió, principalmente, es la desinformación. Siempre somos las últimas en enterarnos de todo, nos pasó de estar en etapas finales del torneo y de enterarnos de la apertura de una Copa Argentina, que, si bien está buenísimo el hecho de sumarle competencias al femenino, nos parece que no son las formas adecuadas, ya que no podemos plantearnos los objetivos como corresponden.
También surgen cuestiones a mitad de torneo, como que un equipo pueda hacer 10 fichajes nuevos, y ni las jugadoras ni los cuerpos técnicos entendemos bien por qué. A su vez, cuando sale un boletín oficial de parte de la AFA no se le destinan más de dos renglones al fútbol femenino, o a veces cuando se refiere al masculino se aclara a qué categorías incumbe, y cuando se refieren al fútbol femenino lo hacen en general, lo cual vuelve poco clara la información.
Somos 50 chicas, entre la B y la C, si bien el comunicado solo lo largamos en nombre de la B porque estábamos todos los clubes presentes, y en la C aún falta un poco más de organización. Esa cantidad somos en los grupos, sin contar a las chicas que adhieren aunque no estén en dichos espacios. Prefiero no nombrar a sus clubes, ya que algunas fueron invitadas a salir de los grupos de WhatsApp amablemente y otras no tanto. Por eso, prefiero no exponer a nadie. Algunas chicas no tienen problema, ni sus clubes tampoco lo tienen, ya que en definitiva, no estamos haciendo nada malo. Pero otros, no lo interpretan de la misma manera.
A partir del colectivo le escribieron a Claudio Tapia, presidente de la AFA…
Le escribimos con el fin de poder trabajar de manera directa y conjunta, para poder mejorar de esta manera las cuestiones de la desinformación ya que, como te mencionaba antes, a pesar de todas las carencias que cada jugadora pueda llegar a tener, se toman todas la actividad con el mismo compromiso y cumpliendo los requisitos que la asociación requiere. Aún no hemos recibido respuesta.
En estos últimos años se discutió bastante sobre la precariedad y las desigualdades de las jugadoras de primera. Así y todo sigue habiendo mucha precariedad, desigualdad con respecto al masculino. Ahora, sobre las jugadoras de ascenso no se sabe prácticamente nada ¿podrías contarnos un poco cuáles son sus condiciones?
Bueno, en el ascenso al ser amateur, depende un poco de la situación económica de cada club y de lo que éste pueda y quiera ofrecer. Hay equipos que tienen todos los ítems cubiertos, cuentan con viáticos, cobertura, y todo lo necesario para entrenar y competir. A esos clubes podés identificarlos fácilmente ya que lo notas en la tabla de posiciones o simplemente al ver jugar a sus jugadoras.
Otros clubes cuentan con un poco menos de recursos, no ofrecen un viático ni una cobertura, pero ofrecen ciertos espacios y las jugadoras no tienen que poner plata de su bolsillo para jugar.
En el peor de los casos, están aquellos en los que las jugadoras deben pagar el traslado para jugar de visitante, la ambulancia y policía de local, e incluso hasta una cuota para realizar la actividad.
Vos jugas en Defensa y Justicia y hace algunos meses salió una nota en donde le hacías algunas críticas a la gestión del futbol femenino por parte del club. ¿Tu reclamo ayudó a cambiar la situación?
En esa nota, conté un poco la realidad que nos toca vivir a las jugadoras del Defe, quizás el título que pusieron llevó a que tenga bastante impacto, mi intención no fue ir en contra del club, simplemente conté nuestra realidad. En nuestro caso, no nos toca poner un peso para jugar, aunque no contamos con viáticos ni cobertura, pero el club y la universidad Arturo Jauretche (porque hay un convenio) se hacen cargo de los traslados, de la ambulancia y la policía.
Por otro lado, después de esa nota, empezamos a jugar en la mejor cancha del predio (de las canchas auxiliares, todavía hablando) y gracias a que nuestro delegado siempre estuvo presente, recibimos ropa nueva y alguna vianda si el visitante quedaba muy lejos, como es el caso de Junín.
A pesar de todo, sabemos que no hay más presupuesto que ése para el femenino. Creo que, más allá de lo económico, lo que más nos gustaría es sentirnos “más parte”, y que nos brinden las instalaciones del club como al masculino. Nosotras entrenamos en la cancha de la universidad y con los materiales que tenemos ahí; solo utilizamos el predio de La Capilla para competir de local. El estadio principal y el predio de Bosques no están disponibles para nosotras.
Como jugadora ¿cuáles son tus ambiciones desde un punto de vista personal y para el fútbol femenino en general?
Me gustaría seguir creciendo, de ambas maneras hablando. Creo que si bien desde la semi profesionalización se ha avanzado, aún queda mucho por recorrer. Muchos clubes solo tienen fútbol femenino por obligación y no por convicción. Creo que hay que crecer como sociedad primeramente, aceptar que el fútbol femenino se juega hace muchísimos años y no hace 10 o 20 como pretenden que la gente crea. La mujer puede jugar al fútbol y debe hacerlo en las condiciones que corresponden.
Personalmente, me gustaría seguir mejorando todo lo que pueda y también aportando mi grano de arena para que la actividad crezca, me gustaría poder vivir los avances dentro de las canchas, pero si no tengo la oportunidad, de todas maneras seguiré aportando al fútbol desde la perspectiva que me toque.
¿Te gustaría agregar algo?
Sí, que las pequeñas que aman el fútbol se animen a practicarlo, no se van a arrepentir jamás y cuentan con el apoyo de una generación que va a dejar los cimientos para que el día de mañana el fútbol femenino sea profesional.
Entrevista realizada por Philippe Alcoy. | 
