El violento asesinato de Fernando Báez Sosa sigue en investigación judicial. Un peritaje del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Junín, presentado en un informe a la fiscal de la causa Verónica Zamboni, halló restos de sangre de Fernando en la camisa de Matías Benicelli y material genético en las uñas de Blas Cinalli.
El crimen de odio conmocionó al país por la impunidad con que se manejó el hecho por ser familiares de personas con alto poder adquisitivo o funcionarios políticos.
Se aguardan aún peritajes de las ropas de Fernando conocidos como scopométrico, que compara las suelas de las zapatillas de los acusados con las encontradas en las prendas de Báez Sosa.
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