A partir de la difusión de la resolución provincial que señala la eliminación del régimen de evaluación a través de las promociones. Según la resolución 01/2020 se señala que “el contexto nos obliga a pensar en los modos de garantizar el derecho a la educación. No todos los y las estudiantes tienen acceso a la virtualidad”, por eso más adelante dicen que “decidimos que la acreditación de todas las asignaturas se realice mediante exámenes finales, eliminando para este ciclo la promoción directa de asignaturas”.
Nuevamente desde la Provincia como se ha hecho con todos los lineamientos para la continuidad pedagógica, se efectúa un cambio repentino que afecta a todo el trayecto educativo sin consultar en ninguna instancia a quienes vienen sosteniendo esta modalidad de clases virtuales: docentes y estudiantes.
Poco importa el esfuerzo que vienen haciendo quienes aún pueden mantenerse siguiendo las cursadas a través de las clases virtuales, y menos aún en las necesidades de quienes han tenido que abandonar temporalmente o por todo el año. Ni hablar de los docentes que tienen que hacer largas horas para poder sostener sobre sus espaldas toda la modalidad virtual de continuidad pedagógica.
En un contexto donde los despidos y rebajas salariales son la vía que los empresarios encuentran para descargar la crisis sobre todo en la juventud, en los institutos golpea de lleno ya que la mayoría son trabajadores precarios, o muchas de ellas madres sostén de hogar. Son reiterados los pedidos de ayuda alimentaria en los institutos para estudiantes que se encuentran en una situación económica grave.
La punta de un iceberg
Sin embargo, esto es sólo la punta de un iceberg de cambios más profundos. Al final de la misma circular provincial se habla que si bien la presencialidad es irremplazable, la virtualidad llegó para quedarse, y que lo clave es pensar cómo nos apropiamos de ella para hacerla “más humana”. Demasiado amplio para una definición tan importante.
Si contextualizamos, estas definiciones provinciales van en sintonía a una modificación que se votó en el Congreso hace unos días del art. 20 de la ley de LEN (Ley de Educación Nacional). Esta modificación de la ley establece la utilización de clases virtuales por “razones de fuerza mayor”, es decir que convierte el actual estado de excepcionalidad en una norma.
Desde ya que no se quieren negar las facilidades que puedan aportar la utilización de la tecnología en la educación, ese sería un avance muy importante. Sino que se trata de garantizar que eso sea igual para todos, y por ende consensuado entre todos. ¿Por qué la ley no habla de que el servicio de telecomunicaciones es esencial para esto?¿Por qué no habla de garantizar el acceso universal a dispositivos de conectividad para todes les niñes, estudiantes y docentes?
"Se habla de igualdad pero no se dice cómo se va a garantizar los presupuestos para que esa igualdad sea real" decía el diputado Nicolás del Caño en el Congreso. Sin un plan de conjunto que garantice las condiciones necesarias en millones de viviendas a lo largo y ancho del país, esto no significa más que una puerta para un avance en una reforma de educación en “plataformas” como impulsan empresas privadas y fundaciones de todo tipo para profundizar un régimen meritocrático.
Ningún bloque político por fuera del Frente de Izquierda se pronunció en contra. Tanto el kirchnerismo, peronismo, radicalismo y el macrismo apoyaron esta ley y la votaron de forma unánime.
Nos estamos organizando
Si la pandemia es el justificativo del gobierno para realizar cambios “que vinieron para quedarse” en nuestra educación, en los planes, formas de evaluación y de trabajo para los docentes, como comunidad educativa tenemos que ser parte de pensar esos cambios, no sólo ejecutores.
Queremos plantear claramente que no queremos la modificación del régimen de evaluación de promociones, la sobrecarga de exámenes a fin de año hace insostenible poder llevar adelante un ciclo lectivo masomenos en regla. Pero eso tiene que ser producto de una planificación entre docentes y estudiantes donde podamos evaluar las mejores vías para que eso sea así, pero sobre todo que no sea una carga desproporcionada para los docentes.
Desde Pan y Rosas y Desde Abajo nos venimos organizando asambleas, cuerpos de delegados y campañas para mostrar qué es lo que está pasando realmente por abajo. Además de relevamientos para mostrar cuál es la situación real de los estudiantes frente al intento de “normal continuidad pedagógica” que quiere mostrar el gobierno.
En la Escuela de Arte de Berisso, se ha mostrado un ejemplo de coordinación entre estudiantes y docentes en la región que queremos llevar a todos lados. Este sábado se realizó una asamblea en el instituto 97 con decenas de estudiantes para ver cómo continuar también frente a esta situación apelando a coordinar con docentes cómo serán las evaluaciones, y lo mismo en el instituto 9 donde se realizará una asamblea de docentes y estudiantes para ver cómo continuar.
Además queremos avanzar en exigencias de bolsones para compañeros que estén en situación económica grave, y que se diga qué se va a hacer con las netbooks que el gobierno prometió comprar, a dónde serán enviadas y con qué criterios. Exigir también que el servicio de telecomunicación es esencial y por eso que sea de acceso universal.
Queremos hacer un llamado a todos los institutos de La Plata y de la provincia de Buenos Aires a organizarse, si unimos nuestros reclamos, seremos mucho más fuertes. |