La conmoción por el asesinato a George Floyd en Minneapolis llegó hasta Binnish, una pequeña ciudad de la provincia de Idlib en el noroeste de Siria.
Allí los artistas sirios, Aziz Al-Asmar y Anis Hamdoun, pintaron un mural que representa a George Floyd, el afroamericano asesinado por un policía blanco en Minneapolis. La particularidad de la obra es que utilizan como lienzo la pared de una casa en ruinas por los bombardeos de la guerra civil.
Los artistas expresaron a través de la pintura su solidaridad con las manifestaciones que comenzaron en Minneapolis, y se extendieron de costa a costa en los Estados Unidos, e incluso hacia algunos países europeos como Alemania y Reino Unido.
El mural muestra el rostro de George Floyd junto a las frases "No al racismo" y "No puedo respirar". Estás últimas son las conmovedoras palabras de Floyd cuando rogaba al policía blanco que le quitara la rodilla del cuello. Las mismas fueron recolectadas por el movimiento Black Lives Matters volviéndola su lema característico.
Las obras del artista sirio, Aziz Al-Asmar, son famosas por su contenido político a favor de los oprimidos denunciando las brutalidades del mundo.
En medio de la brutalidad de la guerra, Aziz envía un mensaje al mundo a través de paredes que protestan, "elegí usar los muros destruidos porque son más fuertes en la entrega de mensajes para simpatizar con los oprimidos".
El artista sirio comenzó su carrera en Líbano, pero regresó a su ciudad natal, Binnish en Idlib, luego de que comenzaran las protestas contra Al Assad por el secuestro y mutilación de 6 niños que hicieron un graffiti en su contra. Desde entonces, habla a través de los muros para todo el mundo.
Los contenidos de sus murales han abarcado temas diversos, desde críticas al régimen Sirio, la opresión que viven las mujeres bajo el régimen de Arabia Saudita, hasta problemáticas sociales como el exilio y la vida en los campamentos de refugiados. También sobre la hipocresía de los países que no han sido capaces de frenar los crímenes que se han cometido contra los sirios durante la guerra, entre ellos los EE. UU., que además ha intervenido en la guerra dejando hasta los escombros a escuelas y hospitales en un conflicto que donde al menos 6,2 millones de personas fuero de desplazadas de sus hogares, el 80% vive en situación de pobreza y más de 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente según ACNUR.
Los muralistas conocen muy bien la opresión, y por eso sus palabras son tan fuertes como sus pinturas: "Somos defensores de la paz y la libertad. Creemos que es nuestro deber solidarizarnos con las causas humanitarias mundiales" le dijo Al-Asmar a Middle East Monitor.
Las expresiones de solidaridad como estas, y muchas otras que se expresaron durante estos días, muestran que bajo la rodilla del policía Derek Chauvin estaban identificadas todas las opresiones del mundo. |