Hace ya casi un mes que los trabajadores y trabajadoras de Nissan están en huelga, luchando contra el cierre de la fábrica. Pero no es únicamente la plantilla oficial de la empresa automovilística la que se está movilizando; también lo hacen aquellos y aquellas que trabajan en las subcontratas, que se están organizando para evitar que se marche la compañía japonesa.
Son más de 20.000 personas que trabajan para Nissan, que se quedarán en la calle, y que son los invisibles en este conflicto, tanto por la automovilística como por el comité de empresa de la multinacional.
Por eso, la juventud de Contracorriente no hemos dudado en participar. Porque somos conscientes de que esta batalla afecta no sólo a la plantilla directa de Nissan, sino también a todos aquellos trabajadores y trabajadoras externalizados para abaratar costos. Un sector considerado de segunda, pero sin el cual las fábricas tampoco podrían funcionar.
El cierre de la Nissan es un ataque contra toda la clase trabajadora. ¿Cuántos jóvenes del Baix Llobregat tenemos conocidos, amigos o familiares que trabajan en los polígonos industriales? Está en juego el futuro de toda una generación de jóvenes trabajadores.
Ante esta situación, tenemos que levantar una alternativa que dé respuesta a todos estos sectores afectados. Si quieren cerrar, ocupamos la fabricar para garantizar que no salga ni un tornillo y defender los puestos de trabajo, actuales y futuros. Luchamos por una nacionalización de las fábricas bajo control obrero para asegurar una reconversión de cara a satisfacer las necesidades sociales, tales como producir respiradores o vehículos colectivos no contaminantes.
Eso sí, no podemos permitir que la necesaria expropiación se haga con indemnizaciones por parte del Estado que supondrían millones de euros para la empresa y una carga más sobre los hombros de los trabajadores y las clases populares.
"Me anoté para trabajar en medio de la pandemia, quise colaborar y nunca me llamaron"
Pero esta no ha sido la única movilización. El personal sanitario también se está empezando a organizar en defensa de una sanidad totalmente pública y con unas condiciones laborales dignas. Cada miércoles son más los hospitales y CAPs donde sanitarias y usuarias se concentran para exigir una sanidad 100% pública, más medios y personal y recuperar las condiciones laborales recortes durante la última década.
Este meses ha quedado claro para todos la importancia de estos sectores, los trabajadores y trabajadoras de la sanidad desarrollan una tarea vital. Ellos y ellas han sido y están en primera fila enfrentando el coronavirus sin los recursos necesarios.
La juventud de Contracorriente también participó de la concentración en el Hospital del Mar para dar todo nuestro apoyo.
Sanitarias y usuarias han convocado contra el gobierno de la Generalitat que mantiene los recortes en Sanidad, pero también se han solidarizado con los trabajadores y trabajadoras de Nissan y las empresas auxiliares, exigiendo la nacionalización bajo control obrero de la fábrica y la devolución de todas las ayudas públicas recibidas por la multinacional estos años.
Nuestro compañero Sergi, joven precario que se apuntó a la convocatoria de trabajadores sanitarios durante la pandemia, saludó la concentración y ha hablado de la necesidad de luchar tanto por la nacionalización de Nissan como de toda la sanidad privada bajo el control de sus trabajadores.
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