Este jueves las y los trabajadores de la conocida cadena de supermercados, LIDL, han protagonizado una jornada de huelga en todo el territorio del Estado español, exceptuando las tiendas ubicadas en Euskadi. Los sindicatos han anunciado que el seguimiento es del alrededor del 90% y han conseguido que la inmensa mayoría de los establecimientos de esta marca no puedan abrir sus puertas.
Los supermercados fueron uno de los sectores que el gobierno determinó como esenciales y sus empleados formaron parte de los trabajadores en primera línea, garantizando que la industria alimentaria no se paralizase del todo. Esto provocó una gran revalorización del trabajo de cajeras y dependientes, los cuales durante mucho tiempo estuvieron sometidos a la precarización permanente de sus condiciones laborales.
Todo este reconocimiento mediático solo tuvo como resultado para las trabajadoras del LIDL en una mayor carga de trabajo y en poner peligro su salud. Sin embargo para los propietarios de esta empresa ha significado sustanciales aumentos de las ventas y los beneficios. En algunos establecimientos estos fueron de más del 100 por ciento.
Es debido a eso que, desde la declaración del Estado de Alarma, el malestar y la preocupación por parte de los trabajadores de esta compañía ha ido en aumento. La representación sindical denuncia que la empresa no tomo ningún tipo de medida de seguridad ni protocolo serio para proteger a sus empleados. Incluso algunos trabajadores denuncian que durante muchos momentos del día los supermercados del LIDL superan ampliamente el aforo permitido, haciendo imposible mantener la distancia de seguridad.
El otro gran reclamo por parte de las organizaciones sindicales es que la empresa cumpla con el compromiso adquirido, según el cual se pretendía otorgar un plus en el sueldo de los trabajadores en estos meses en el que han estado fuertemente expuestos al coronavirus y debido al aumento de la carga de trabajo. La respuesta por parte de los propietarios de LIDL ha sido la de abandonar la mesa de negociación con los sindicatos y de esta manera no hacer efectiva la compensación salarial prometida.
Finalmente toda esta situación ha terminado provocando la convocatoria de huelga por parte de los representantes sindicales este 4 de Junio. El seguimiento ha sido, según CCOO y UGT, de más del 90 por ciento. Se han producido además concentraciones de trabajadores en diversos establecimientos de todo el Estado.
La jornada de hoy ha sido un paso adelante en la lucha que están llevando los trabajadores de esta empresa, para que sus propietarios no aprovechen esta situación para deteriorar aún más las condiciones laborales. En este sentido los trabajadores de Euskadi ya tuvieron un primer enfrentamiento con la compañía, en el momento más álgido de la pandemia, con la convocatoria de una jornada de huelga a principios de mayo. La empresa tuvo finalmente que ceder en gran parte de las reivindicaciones de la plantilla en esta comunidad.
Ahora nuevamente los trabajadores de LIDL vuelven a demostrar su fortaleza y capacidad de lucha. Pero es necesario que todos estos triunfos sean el catalizador tanto para dotarse de un plan de lucha continuado que pelee contra las condiciones de precariedad en el LIDL, como para que la plantilla en los distintos territorios actúe y luche de forma unificada. |