El ingenioso dispensador es de fácil instalación, bajo mantenimiento y sobre todo es muy fácil de usar. Consultando detalles técnicos del mismo, los trabajadores informaron que solo pesa 3 kg, está construido 100% de chapa galvanizada con un tratamiento de pintura. Esto se tomó en cuenta para poder dejarlo en la intemperie sin que sufra una corrosión temprana. Si bien es liviano no deja de ser robusto y resistente.
La instalación es muy sencilla, se hace con 4 tarugos del Ø10 que van en el piso para dejarlo empotrado. Para dejarlo listo para ser utilizado solo se tiene que colocar un atomizador o pulsador, cargado con alcohol líquido. Se pisa el pedal de abajo, y sin necesidad de tocar el recipiente, vierte el sanitizante directo a las manos.
En este marco de crisis sanitaria y económica estas innovaciones son muy valiosas. Mostrando claramente que los esenciales somos los trabajadores. Ya que por un lado están los empresarios, cubiertos por el Estado, que niegan el sueldo a sus empleados y demuestran que la vida de los trabajadores les importa muy poco, como en Penta, donde una patota del empresario Bruzzese los reprimió.
Pero por el otro están los trabajadores, y entre ellos las fábricas recuperadas que muestran el potencial de nuestra clase. Ante la pandemia, en algunas fábricas, reconvirtieron su producción para confeccionar elementos de seguridad e higiene para los barrios más humildes. Como Madygraf en zona norte, que donó a los habitantes de la villa 31, frascos de alcohol en gel. Los trabajadores de Ansabo en Quilmes realizaron ollas populares e impulsarán también la producción de elementos de higiene y sanitizantes.
Esta crisis no la tienen que pagar los trabajadores
Desde el inicio de la pandemia, el Frente de Izquierda Unidad plantea una salida independiente a la crisis sanitaria. Entre otras cosas, oponiéndose a los despidos y exigiendo que cualquier fábrica que cierre sea puesta a producir por sus trabajadores, orientando la capacidad técnica y productiva que posee el país al servicio de la sociedad.
Los trabajadores en lucha de Gotan, también están dando un ejemplo de cómo enfrentar la crisis. El empresario se fue, el municipio no les da respuestas, ellos quieren constituirse como cooperativa. Mientras que se mantienen en la fábrica impidiendo que la vacíen, y utilizando las máquinas, están creando elementos como estos, que sirven para cuidar la higiene y la salud de la comunidad. Buscarán donar algunos a los hospitales de Gran Buenos Aires y Capital Federal. |