Para muchos trabajadores, quedarse en casa no es una opción. Deben sostener a sus familias durante la pandemia y cuentan con pocos o ningún derecho social. Son repartidores de ifood, Rappi y varias otras empresas de aplicaciones, para los que la economía no se detuvo.
Los trabajadores vienen denunciando las condiciones precarias de trabajo y pidiendo el fin de del sistema de puntajes de Rappi, que bloquea las cuentas en ciertos lugares si no alcanzan determinada cantidad de puntos. “Salí a la calle, la app no está pagando bien”, “Queremos mejoras” son algunos de los cantos que se escuchaban en la Avenida Paulista.
Los trabajadores están poniendo de manifiesto la explotación y opresión de las empresas y dicen que “Rappi nos esclaviza”. Acusan la falta de contratos y denuncian situaciones absurdas como que les es prohibido el uso del baño en algunos lugares por ser negros, o que a pesar de lo que dicen las empresas, como Raapi que dijo dar alcohol en gel y guantes, la empresa les dio solo un guante y un alcohol en gel, e incluso bloqueó a trabajadores que agarraron más de uno.
Los manifestantes también se manifestaron en contra del mito del emprendedurismo, diciendo que “no somos emprendedores, somos fuerza de trabajo”.
En tiempos en que la furia negra se levanta en Estados Unidos y contagia al mundo, como en Brasil donde han habido manifestaciones antirracistas y antifascistas, el sentimiento de indignación de los repartidores es auspicioso contra la escalada autoritaria del Gobierno de Jair Bolsonaro.
Los compañeros del Movimiento Revolucionario de Trabajadores, que impulsan Esquerda Diario en Brasil, vienen poniendo todas sus fuerzas para estar al lado de estos trabajadores contra el trabajo precario, el racismo y el capitalismo. Por eso, son parte y alientan la participación en las movilizaciones antirracistas y antifascistas que tendrán lugar el domingo próximo contra Bolsonaro y todo el régimen esclavizador.
Los trabajadores tienen que tener garantizados sus equipos de protección, un salario de cuarentena que responda a sus necesidades, y hay que prohibir los despidos, para que los patrones no garanticen sus ganancias a costa de los puestos de trabajo.
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