La triple crisis a la que se enfrenta el gobierno, social, sanitaria y económica, ya es en parte una realidad, si tras octubre solo fue una crisis social y política, que los obligó incluso a entregar su sacrosanta constitución pinochetista, pero con una economía estable, y sin una pandemia entre sus manos, el gobierno tenía la esperanza al menos con la ayuda de la oposición parlamentaria, de poder llegar, aunque a duras penas, al final de su mandato, pero hoy la situación en todo caso, no parece ser así.
Muestra de eso, es el nuevo grito de ayuda a la vieja Concertación y el Frente Amplio, para que venga en su rescate, tal como fue en noviembre del 2019, con un “Gran Acuerdo Nacional”, para poder de alguna manera compartir costos políticos, y ampliar sus espaldas ante el escenario que ya tiene encima suyo.
La salida fácil
Entre las propuestas que cruzan el actual escenario, desde el gobierno hasta la oposición parlamentaria, el Partido Comunista incluido, que aunque se restó del acuerdo inicial, a través del Pliego del Pueblo también se suma a esta política, y pasando incluso por el mismo Colegio Medico, se encuentra la toma de deuda publica (o nacional) con organismo internacionales para el financiamiento de las políticas contra la crisis, tanto para tema sanitarios, sociales, y de rescate a empresas.
Entre las diversas propuestas, es la que todos comparten en común, incluso organizaciones que se reivindican de izquierda, dejando de lado cualquier análisis de los reales impactos de la deuda pública, y quienes son al final los que terminan pagando esas deudas.
No tenemos que ir muy lejos para tomar los cientos de ejemplos de los impactos de la deuda externa en los diversos países, ni siquiera a otro continente, nos basta con ver a nuestro vecino, con el compartimos una de las fronteras mas largas del planeta, Argentina.
Donde la deuda con el Fondo Monetario Internacional, entre otros acreedores, con deudas que se asumieron durante su ultima dictadura militar, como con la ultima administración del amigo de Piñera, Mauricio Macri.
Deuda que recae principalmente y por sobre todo en los sectores populares, donde vía recortes de políticas sociales, las primeras que caen, así como los incentivos a la fuga de capitales de los grandes empresarios, que se restan en masa del pago de impuestos, de la mano a su vez de recortes de políticas públicas exigidas por parte de acreedores como el FMI, o el Banco Mundial, en educación y salud especialmente, y vienen a recaer sobre las y los trabajadores y sectores populares de la sociedad argentina.
Ningún peso de acreedores extranjeros ¡Impuestos a las grandes fortunas!
Ofrecer como salida no solo el empobrecimiento nacional, sino que acrecentar la dependencia de los grandes acreedores internacionales, detrás de los cuales se encuentran los grandes países imperialistas, no es por donde se le vea una salida para el pueblo trabajador, quienes indefectiblemente terminaran pagando los costos de cualquier deuda nacional, no existe ejemplo en el mundo del cual podamos agarrarnos para poder decir lo contrario.
La salida de emergencia hoy no esta de ninguna manera ahí, es algo que debemos enfrentar, pero tampoco esta en solicitarle al gobierno por favor que presente un proyecto de impuesto a los superricos, como hace hoy la oposición parlamentaria, no, no será así, será en base a la organización obrera y popular que lograremos esta conquista, un plan de emergencia de impuestos a las grandes fortunas, a todos aquellos que se quedan con las grandes riquezas que genera nuestro trabajo, y que se montan sobre la herencia de la dictadura para seguir con su negocio, y que ahora esperan que tomemos una deuda a su nombre.
¡Vamos por ese impuesto de emergencia a las grandes fortunas! Para un ingreso mínimo de $500.000.- a cada grupo familiar donde haya cesantía y suspensiones, no hay que dejar que nos carguen esta crisis, como históricamente lo ha hecho la burguesía chilena, como lo hicieron los militares el año 82´ donde mientras salvaban a la banca, la miseria y el hambre se extendía por todo Chile.
¡Fuera Piñera y su gobierno! ¡Asamblea Constituyente Libre y Soberana! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
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