La tercerización de servicios por parte del Estado es tristemente habitual en la provincia de Neuquén. Un verdadero fraude laboral de empresas que se llenan los bolsillos a expensas de la precarización y el maltrato hacia los trabajadores.
Este modo de relación laboral muestra por un lado el avance de la privatización de servicios dentro de las dependencias estatales. Y por otro, significa la precarización de las condiciones de laborales del trabajador que sin derechos laborales ni sindicales tiene el deber de estar en la primera línea en medio de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus.
Desde La Izquierda Diario entrevistamos a una trabajadora de maestranza del hospital Castro Rendón "La situación es la misma todos los meses, desde que la empresa Plaxo tomó el servicio solo una vez nos pagaron el día 8. Se atrasan siempre con el pago del salario y del aguinaldo".
También cuenta que reciben mensajes de sus delegados diciendo "que habían estado en tratativas con el ministerio de Economía, que iban a ver si hoy conseguían algo de dinero para pagarnos y si no tendríamos que esperar a jueves o viernes. Sin confirmarnos nada, todos los meses es la misma situación".
Sobre las condiciones en las que se encuentran trabajando sostiene que "cuando las obreras textiles nos donaron los barbijos y se hizo pública la situación en la que estábamos trabajando, sólo ahí la empresa comenzó a preocuparse de traernos protección para que podamos afrontar esto, porque nosotros somos las personas que recibimos y que limpiamos cada vez que entra un posible caso o caso confirmado de COVID. Se preocuparon a partir de eso y desde ese momento nos dan los elementos que necesitamos para protegernos, pero no nos cumplen con otras cosas. Tuvimos que hacer ese reclamo para que la empresa se pusiera las pilas con darnos guantes, barbijos y camisolines como tiene que ser".
La precarización de los trabajadores de salud, no es algo eventual
La trabajadora afirma "siempre fue igual, los primeros meses pensábamos que era porque la empresa era nueva, que venía de otra provincia, que nunca había tenido un objetivo tan grande como el Castro Rendón pero pasando el tiempo nos dimos cuenta que nunca cumplieron con nosotros. A la mayoría de mis compañeras que tienen hijos chicos, no se les paga los salarios familiares, no se nos hacen los aportes, las que tenemos una obra social, mitad obra social y mitad prepaga, estamos pagándola de nuestro bolsillo porque no sabemos a dónde va la plata que se nos descuenta. Nosotros no tenemos ART, estamos trabajando en una situación de pandemia a nivel mundial, y la empresa Plaxo en el Castro Rendón no tiene una ART que nos cubra a nosotros. Todos los meses nos pagan atrasado, en diciembre nos pagó en dos veces, los aguinaldos los vinieron a pagar el ultimo día porque hicimos paro. La empresa nunca cumple con nosotros siempre es lo mismo".
Continúa relatando "nosotros cobramos nuestro sueldo y además de eso una cantidad de plata en negro, que es como un presentismo supuestamente, que se paga por cosas que no están dentro del pliego y eso se arregló un pago aparte, en negro, se te paga un refrigerio y otros ítems, pero cuando vos faltas o presentas un certificado, se te va descontando, pero eso también nos lo vienen pagando atrasado; no sé quién controla esas cosas".
En este sentido denuncia, que "la excusa de la empresa es siempre la misma, que el Gobierno provincial no les paga, que el ministerio de Salud no les depositó la plata, pero al mismo tiempo tomo otros servicios como camilleros en el hospital Heller, la cocina del hospital de Centenario. También tomó el objetivo del SIEN, pero no nos puede pagar a nosotros y la provincia le sigue dando objetivos, sigue presentándose a licitaciones y sigue ganándolas, una empresa que supuestamente no tiene espalda para pagarle a la gente en el hospital más grande de la provincia".
La trabajadora sostiene que el problema de quienes trabajan en el hospital de mayor complejidad de la Patagonia también se extiende a otros efectores de salud. Afirma que conocen que “la empresa Belclau, que tiene los servicios licitados en los centros de salud y hospital Bouquet Roldan, están en una situación complicada, con dificultades en el pago de los salarios y otros beneficios".
Desde la primera línea padeciendo los efectos de la crisis y el fraude laboral
"La mayoría de mis compañeros alquila, tienen niños que alimentar, tenemos cosas para pagar, y siempre tenemos que pagar todo con interés, todos los meses lo mismo. Hay una cantidad de compañeros que han presentado certificados psicológicos por este caso, porque se ponen tan mal, y que terminan yéndose del trabajo mal anímicamente, terminan yendo a un médico, terminan presentando certificados porque todos los meses pasa lo mismo. Agrega que en algunas ocasiones estamos con falta de personal porque hay compañeros que no están yendo a trabajar porque son personal de riesgo, y a veces somos muy pocos en el turno".
Respecto de las instancias de representación gremial, sostiene "tenemos delegados que no nos representan para nada porque parece que están bancando a la empresa todo el tiempo. Nos informan todo por mensaje y no están yendo a trabajar; no están haciendo nada para representarnos a nosotros".
Afirma que "los compañeros tienen miedo porque nos han hecho creer que nosotros no tenemos derecho a hacer ningún tipo de paro ni de retención de tareas, ni de guardias mínimas porque no podemos porque estamos obligados a trabajar por la situación de pandemia".
Finalmente, la trabajadora reflexiona "lo primero que tenemos que hacer es demostrar que tenemos derechos, estamos acostumbrados a que tenemos obligaciones, estamos acostumbrados al maltrato laboral, a la persecución de jefes, supervisores, desde la empresa, pero si entendemos que tenemos derechos, las cosas van a cambiar". |