Estos últimos días el gobierno ha estado dentro del ojo del Huracán, más de lo que ya venía, y es que las polémicas y crisis siguen en el camino hacia un “acuerdo nacional” que es uno de los puntos fundamentales que busca lograr el gobierno con los partidos de la oposición, para así salvar “mejor” a Piñera y al conjunto del gobierno, frente a su brutal responsabilidad por el colapso en el sistema de salud, los más de 2.200 muertes por covid-19 (informadas), debido a que el hecho de que “oculten a los muertos” ya se transformó en un debate y una realidad, en donde sólo en 24 horas, la cifra se disparó a más de 200 fallecidos por covid-19.
La actitud negligente del gobierno, se expresa también en esta nueva polémica en torno al instructivo adjunto, para la entrega de las cajas de alimentos a las familias más vulnerables del país, en el cual se mencionaba explícitamente que debía existir un “reconocimiento” al Presidente. Frente a esto Karla Rubilar, vocero de gobierno y clara Piñerista, salió frente a los medios de comunicación a “echarse la culpa” diciendo que fue responsable de ese instructivo, marcándolo como un error y desmarcando a Sebastián Piñera, manifestando que él “no sabía”.
Es impresionante como juegan con el hambre de las familias que en este momento están pasando momentos y situaciones de vulnerabilidad, no sólo por la crisis sanitaria, sino que también por la crisis económica que el gobierno ha decidido poner sobre los hombros de las y los trabajadores, junto con los sectores populares, que han sido suspendidos de sus puestos de trabajo sin sueldos o sencillamente despedidos durante estos meses de covid-19.
Frente a la desidia de este Gobierno y los grandes empresarios, que lucran con la pandemia, aumentando los servicios básicos como es el caso de Enel en este mes de Junio, y el aumento de precio de los insumos básicos de alimentación y salud. Es necesario dar una respuesta de fondo al hambre, la desocupación y la pandemia hay que enfrentar al gobierno. Es necesario impulsar una alianza entre trabajadores, pobladores y desocupados, que exija salud, pan y trabajo, y que plantee la necesidad de la Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Además de la lucha por un programa de emergencia que considere testeos masivos, la expropiación de viviendas ociosas y hoteles para el uso gratuito de albergues y residencias de calidad para el tratamiento del virus, exigencia de insumos, junto a la prohibición de despidos, cierre de empresas no esenciales y un ingreso de emergencia de $500.000. |