Después de la última audiencia con el Ministerio de Trabajo, donde los trabajadores lograron dejar sin efecto los despidos, compañeros de la fábrica que también habían sido despedidos durante la cuarentena decidieron unirse al reclamo por la reincorporación de todos.
Conversamos con Santi, quien nos cuenta qué significa este primer paso en la pelea por los puestos de trabajos. Oriundo de Ensenada e hincha de Estudiantes, hace 10 meses que está en la fábrica, contratado para la emrpesa Byton. "Trabajo en una máquina embolsadora, llenando bolsas de plástico de hasta 25 kilos, paletizando el producto final que hacemos. Al final del día llego a cargar con mi cuerpo hasta 10 toneladas. Los primeros días de trabajo me dieron una faja, pero se me rompió y nunca más me volvieron a dar".
Como a los otros 12 despedidos, a Santi lo despidieron en plena emergencia sanitaria, violando el decreto presidencial y sin ninguna notificación como establece la ley laboral. " El primer lunes después de que se dictó la cuarentena, fuimos a la fábrica y nos dijeron que íbamos a trabajar normal, hasta nos llegaron a decir que íbamos a tener que trabajar un poco más porque había varios trabajadores de carpeta".
La falta de insumos de protección es una denuncia permanente de los trabajadores que deben cumplir con sus tareas. "Yo me quise cuidar porque en la fábrica no había barbijos, ni alcohol en gel, entonces ya el martes deje de ir. A los pocos días me enteré por un compañero que me habían echado, me pusieron acceso restringido en la entrada".
A la mayoría de los despedidos la empresa les había depositado alrededor de $ 14.000, pero en este caso la prepotencia de la patronal llegó al punto de negarle hasta la liquidación final. "Cuando me enteré que me dieron la baja llamé a Amiplast,me confirmaron que estaba despedido por Byton, que ellos no tenían nada que ver. La única vez que me pude comunicar con ellos, me pidieron un teléfono y un mail, y se borraron. Nunca me pagaron la indemnización final y la última quincena que trabaje me la pagaron tres semanas tarde", agregó el trabajador.
La pelea que vienen dando los trabajadores en Amiplast genera mucha fuerza y confianza en los trabajadores, sabiendo aún que lo conseguido es un primer paso. Así lo ve Santi, quien se sumó a la organización. "Me sumé con los compañeros, para pelear por nuestros derechos. La empresa nunca se preocupa por la gente, mucho menos ahora todo lo que está pasando. A nosotros nos hacían trabajar debajo de la lluvia, sin capa ni botas. Nos hacían cargar hasta 25 KG de peso en la espalda. Ahora estamos todos en la misma, tenemos una familia atrás y necesitamos volver a trabajar".
Se comenta en la fábrica…
El triunfo en el Ministerio de Trabajo que frenó los despidos llegó muy rápido a la fábrica. El jueves, desde muy temprano, ya circulaba la noticia por la mayoría de los grupos de wastap de la fábrica, se leía en los sectores y corría de boca en boca. "Imagínate, en esta fábrica nunca pasó algo así, acá la empresa te echaba y se terminaba ahí, punto, comenta Daniel Gonzales, otro de los despedidos. Y afirma que "nunca nadie se plantó contra la empresa y mucho menos pudo revertir un despido. Por eso la noticia llego muy rápido, los compañeros que están adentro a pesar de tener miedo están re contentos, nos mandan mensajes de aliento, que no bajemos los brazos... la verdad esos mensajes te llenan de orgullo y te da a entender que hicimos las cosas bien".
Más despedidos se unen al reclamo por los puestos de trabajo y crece la lucha en Amiplast y la simpatía dentro de la fábrica. |