Desde el aislamiento social obligatorio, cientos de trabajadores de la educación de la Ciudad no pudieron acceder a tomar un cargo, es decir que se quedaron sin trabajo, y hace dos meses que no cuentan con un ingreso económico ni tampoco fueron beneficiarios de la IFE. Eso significa que también cientos de chicos y chicas se quedaron sin docentes y por lo tanto, sin clases.
En este contexto, el Gobierno de la Ciudad anunció que comenzarían los actos públicos para la toma de cargos.
Sin embargo, no hay claridad en la cantidad de cargos sin cubrir entre quienes están a la espera. Tampoco sobre qué pasará con los 1.500 docentes que se encuentran momentáneamente cobrando su sueldo, a pesar de que el Gobierno tenía la intención de hacerlos cesar en el cargo, es decir, dejarlos sin trabajo, en plena pandemia. Gracias al enorme rechazo de esa medida, una resolución ampara a los docentes suplentes y continúan con trabajo. Sin embargo, ahora el Gobierno vuelve a querer darlos de baja.
Si bien es un avance que se abran procesos de cobertura de cargos vacantes, también hay mucha incertidumbre en la docencia acerca de cuántos cargos se generarán en este contexto, ya que la posibilidad de generar nuevas suplencias y por lo tanto nuevas posibilidades laborales, son menos habituales en estas circunstancias.
¿Vuelven los actos públicos?
Este miércoles el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad, convocó a una reunión a los sindicatos para informar la apertura on line de cargos y envió por mail a los directivos de escuela instructivos con videos para que los docentes se vayan familiarizando con el sistema. Sin embargo, surgen varios interrogantes a la hora de poner en práctica dicho método.
En primer lugar, no hay certeza sobre la continuidad de los cargos suplentes que iban a ser suspendidos durante la cuarentena pero que continuaron cobrando su sueldo. En segundo lugar, no hay claridad en la cantidad de cargos vacantes; en tercer lugar, quedarían por fuera de esta posibilidad los estudiantes avanzados en la carrera que, en circunstancias normales, pueden acceder a un listado de emergencia; en cuarto lugar, al momento de tomar un cargo, puede haber hasta 3 meses de demora para cobrar, lo que implicaría que los docentes que desde principio de año están sin ingresos, continuarían de la misma forma por tres meses más. Y por último, quedan excluidos de esta convocatoria los cargos vacantes de educación especial.
Ante la situación crítica que están atravesando cientos de docentes, es muy importante que los sindicatos, empezando por UTE-CTERA, se pronuncien, no solo por la transparencia en este nuevo proceso, sino también por el no cese de todos los/las docentes protegidos por la resolución NO-2020-11163089-GCABA-SSCDOC, que les permite mantener su cargo vigente y cobrar, hasta tanto no accedan a un nuevo cargo, para evitar cortes en sus salarios y obra social.
Es necesario también que los sindicatos encabecen la exigencia de que cada docente cobre un salario de cuarentena equivalente a un cargo (no menos de $30 mil). Estas demandas deben ser parte de una gran campaña en defensa de los derechos de las y los docentes.
Que ningún docente se quede sin cargo y sin cobrar
Este contexto de asilamiento obligatorio, no sólo desnudó las condiciones miserables en las que miles de trabajadores, mujeres y niñes viven diariamente, sino que, una vez más, se evidenció que los que ganan siempre son los mismos.
Si se votara el proyecto de Ley de impuesto a las grandes fortunas, como presentó el Frente de Izquierda en el Congreso, podría destinarse un presupuesto necesario para poner en funcionamiento parejas pedagógicas por grado, garantizando nuevos cargos y alivianando la tarea de quienes hoy se ven frente a grupos de 30 estudiantes o más, no sólo para la ciudad más rica del país sino también para el resto de las provincias.
También se podría garantizar un sueldo de cuarentena de $30 mil para los docentes precarizados de distintas áreas socioeducativas y como FINES, que ya llevan 6 meses sin cobrar, y para aquellos estudiantes en el último tramo de la carrera que se encuentran con el impedimento de realizar suplencias para acreditar las prácticas.
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Los y las docentes somos testigos diarios de cómo se profundiza el empobrecimiento de las familias en nuestras escuelas. Por eso, es necesario unificar nuestras demandas, exigir un salario de cuarentena para todes; la mejora de los alimentos en las escuelas y en comedores barriales; así como las medidas urgentes de salubridad e higiene. Pero para esto, hay que sacarle a los que no dejaron de obtener ganancias, a costa de nuestro empobrecimiento. | 
