Foto: sitio de la NBA
En los inicios de los playoffs nos jugamos a vaticinar los equipos de finales de conferencias, y le erramos como en las bochas, o casi... Por el lado del Este quedaron los Atlanta Hawks y Cleveland Cavaliers, los "1 y 2" de la temporada regular. Por el Oeste, Houston Rockets y Golden State Warrior, también los "1 y 2" de la temporada regular para esa conferencia. Uno podría decir que no hubo sorpresas. Pero los Playoffs sí que las dieron.
Por el lado del Este merece un aplauso la banca que puso Washington Bullets, que casi araña la final de Conferencia perdiendo por un pelito en la serie contra los Halcones de Atlanta, la ciudad de la Coca-Cola. Fallaron en los finales cerrados y se despidieron dando batalla. Por su parte, Chicago Bulls no pudo con los Cleveland Cavaliers. A pesar del esfuerzo defensivo de los de la ciudad de los mártires de la clase obrera, con el siempre alentador y positivo Noah brindando aguante, con Rose animándose a liderar el equipo, o un Butler que se plantaba bien en el "one and one" con Lebron; la serie la pudo cerrar mejor los Cavaliers de Cleveland. Éstos sin contar con Kevin Love lesionado, y ahora con un Irving todo roto, dependerán exclusivamente de Lebron James para buscar la final tan deseada. Lo bueno que tiene el Este es que defienden, y no es sólo una carrera de "a ver quien mete más balones en el cesto".
En el Oeste, que todo es mucho más parejo, salvo los Clippers que dieron de baja a Spurs y casi ganan la serie contra los Rockets, el resto fue como debería ser; y por ello a la final de conferencia van los Golden State Warriors de la ciudad donde nació la gesta de Stonewall, San Francisco; contra los Rockets de la ciudad de la NASA, Houston. Acá vamos a ver al super Curry, el Mejor Jugador de la Temporada Regular, haciendo lo que sabe: meterla de todos lados y de cualquier manera; contra un Houston del "barba" Hardem y Cía. Lo interesante de esta final del Oeste es que jugará nuestro querido y viejo compañero, de 38 años, Pablo Prigioni. Con pocos puntos, juega la mitad de los partidos, le enfría la cabeza al "barba", defiende como héroe y se torna vital para los momentos decisivos donde Houston pierde la tara o se anima a dar vuelta la tortilla. Da gusto verlo acá, se lo merece después de tantos garrones en el equipo del egoísta Carmelo Anthony de los New York Knicks.
Termina ya otro año de la mejor liga del mundo. Quizás con Ginóbili ya retirado, pero ya tendremos tiempo para hablar de eso. Ahora viene la penúltima llave y todo Norteamérica hace sus apuestas. Desde la sección Deportes de La Izquierda Diario, nos animamos a poner todas las fichas al equipo del cordobés Prigioni, los Houston Rockets. Chances casi ni tiene contra los Golden State, pero eso de ir de banca le encanta al viejito argentino...y lo valoramos. |