Pasadas las 16horas del sábado, unas 200 personas convocadas por redes sociales se concentraron en Plaza Moreno, frente a la municipalidad, con banderas argentinas y carteles con leyendas como “sin justicia no hay república”, “hartos” y “libertad”, entre otras. Los acompañaba una caravana de automovilistas que, haciendo sonar las bocinas, mostraban su apoyo al reclamo. Esto acción se replico con banderazos contra la expropiación de vicentin en diferentes ciudades del interior del país.
“Defendemos nuestra Constitución nacional y por ende nuestro derecho de circular”, agitaba micrófono en mano uno de los concurrentes a la concentración, que definió la acción realizada por “autoconvocados” como en defensa de la libertad y la república.
Mientras en el país se registra la mayor cantidad de casos de Covid-19 diarios y La Plata está entre las ciudades más complicadas de la provincia de Buenos Aires, los sectores políticos y económicos que presionan por la flexibilización de la cuarentena encuentran en estos grupos movilizados una expresión en las calles.
“No necesitamos un permiso para circular, porque nuestra Carta Magna lo garantiza, no somos anti todo, somos argentinos reunidos en total libertad y paz diciéndoles basta de quitarnos los derechos que nos corresponden, tanto individuales como colectivos. Por eso a los periodistas de juicio fácil les decimos que no somos anti todo, somos ciudadanos argentinos queriendo vivir en libertad”, relataba en otro tramo del discurso, unos de los voceros de los manifestantes en la plaza. Llamativa proclama pedir por la paz y la libertad y ensañarse con el periodismo y los medios, llegando al punto de echar de la plaza a un fotógrafo de la izquierda diario que se acercó a retratar la jornada.
Banderas y cacerolas
El empoderamiento de esta minoría intensa y reaccionaria disfrazada bajo supuestas banderas democraticas, no se da en el vacío. Va en línea con la política que en las últimas semanas tuvieron tanto el intendente Julio Garro como el gobernador provincial Axel Kicillof, que otorgaron permisos a cientos de fábricas para que reabran aunque no sean de sectores esenciales y expongan a miles de trabajadores al riesgo de contagio.
Estas políticas junto con los anuncios de medidas que quedan solo en el intento de tocar intereses coorporativos como las que hizo el gobierno nacional con la intervención estatal de Vicentin, es utilizada por la oposición de derecha para envalentonar a los grupos que en, nombre de la propiedad privada, contra el comunismo y la república encuentran las insólitas razones para manifestarse en defensa de los intereses de las grandes patronales.
La vida de los trabajadores importan
Asi cómo se expresan de manera distorsionada en las movilizaciones "anticuarentena" la defensa de los intereses políticos y económicos más concentrados, los trabajadores tenemos que pensar nuestra propia defensa y salida a la crisis.
Como expresó en los medios el diputado provincial del Frente de Izquierda, Claudio Dellacarbonara, "la flexibilización de la cuarentena no es una cuestión inevitable, sino una política de los gobiernos en función de garantizar las ganancias a los empresarios que no les importa la vida de los trabajadores. Por esto hoy el principal foco de contagio se está dando entre los trabajadores de la salud y las diferentes industrias que se han liberado".
El diputado agregó que "si los trabajadores no nos organizamos por nuestros derechos, nos pasan por arriba. Es necesario impulsar una gran campaña porque la vida de los trabajadores valen y además para que la crisis no la paguemos los trabajadores hay que tocar los intereses capitalistas. Un impuesto a la grandes fortunas permitiría por ejemplo otorgar un ingreso de cuarentena de 30 mil pesos a los que más lo necesitan. Gravando por única vez, un impuesto extraordinario a quince mil grandes fortunas podríamos resolver muchos problemas que aquejan a los trabajadores y el pueblo". | 
