En la tarde del domingo la intendenta María Emilia Soria del Frente de Todos, emitió por sus redes sociales un video sobre la situación de la ciudad de Gral. Roca/Fiske Menuko, recientemente catalogada como ciudad de “circulación comunitaria” de Covid-19. “Pidamos mayor acompañamiento a nación en la estrategia sanitaria, necesitamos a Gendarmería para hacer más efectivos los controles en la circulación” sostuvo la mandataria local.
La ciudad de Gral. Roca/Fiske Menuko tiene en total 82 casos activos y 2 fallecimientos en el último fin de semana por la pandemia. Resalta en los dichos de la intendenta que su manera de resolver esta crisis sanitaria es a través de mayor presencia de las fuerzas represivas en la ciudad. Su pedido alienta a volver al nivel represivo de las primeras semanas de cuarentena e incluso a profundizarlo, reforzando los controles policiales con Gendarmería Nacional. Una fuerza famosa por la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado bajo la dirección de Patricia Bullrich, y que hace menos de una semana acribilló a un joven en el Bajo Flores, fuerza ahora bajo la dirección de Silvia Frederic.
El pedido de mayor cantidad fuerzas represivas no es nuevo en la ciudad, ya en abril el comité de crisis había pedido más policía legitimando los casos de persecución, violencia y castigo de estas fuerzas hacia quienes "violen" la cuarentena siempre descargando su accionar sobre sectores populares como se vio en la provincia en los barrios y a las familias que circulaban para buscar sus módulos alimentarios.
Este tipo de medidas represivas se dirigen siempre contra los más pobres, una de las últimas estrategias de la intendenta Soria para controlar la circulación en la ciudad fue la de levantar barricadas de tierra en cada uno de los puentes del “Canal Grande”. Dividiendo literalmente la ciudad e impidiendo el paso de los sectores populares hacia el centro. Por supuesto a las horas tuvo que retroceder en su política discriminatoria ante el descontento de vecinos que fueron con palas a quitar las montañas de tierra. El Frente de Todos, con la intendenta a Soria a la cabeza ya venía mostrado su verdadero rostro.
La economía, la salud y el control social
Para no dar respuesta de fondo a los enormes problemas de desocupación, trabajo precario y apoyo a pequeños comercios, la única medida que los diferentes gobiernos aplicaron fue la de flexibilizar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Esta política se tomó además sin serias medidas complementarias básicas que refuercen el sistema de salud (personal, camillas, respiradores, etc.) que lo preparen para cualquier rebrote, aíslen el virus con tests, o garanticen todas las condiciones materiales para que la población pueda cumplir el aislamiento y acceder a medidas mínimas sanitarias. Una de las principales razones que el mismo gobierno provincial, a través de la Secretaría de Salud manifestó como una de las razones de la flexibilización es la gran cantidad de trabajadores precarios que viven el día a día.
La familia Soria ha hecho gala de lograr un superávit fiscal de 142 millones de pesos en su gestión municipal de 2019. Sin embargo no se traduce en políticas serias ni para medidas sanitarias ni para resolver las deficiencias estructurales de la ciudad. En Gral. Roca miles de familias sufren la crisis habitacional o viven en condiciones precarias. Hay unos 14 villas y asentamientos populares en los que viven 5000 personas. En dos de ellos, el Barrio La Lomita y el Fiske Menuco, actualmente en plena pandemia, están sin agua. Ni hablar de la falta de gas que aumenta las enfermedades estacionales. Ambas cosas son una combinación fatal frente al avance del virus. A su vez, más familias pelean por un terreno, como con la actual toma que desde el municipio amenazan con desalojar.
Por otro lado, en la ciudad trabajadores luchan por su fuente de trabajo como los choferes y administrativos de la empresa de colectivos 18 de Mayo, que dejó de brindar el servicio y los dejó en la calle. O los trabajadores municipales del estacionamiento medido que han sido recientemente despedidos y denuncian las condiciones de precariedad que sufrían. En cuanto a salud el Hospital de la ciudad está vaciado. Con una falta de presupuesto y personal desde antes de la pandemia, cuestión que no se ha revertido. Durante las últimas semanas se han cruzado dichos en los que el Gobierno municipal como provincial se desentiende de la preocupante situación de la localidad y se responsabilizan mutuamente por la situación.
El Gobierno provincial de Arabela Carrera de Juntos Somos Río Negro, también tiene responsabilidad frente a la situación. La Provincia dispone de laboratorios para producir test de detección del virus, sin embargo todavía no ha realizado un plan de testeos masivos y estratégicamente localizados para aislar el virus en donde hay circulación comunitaria. Eso sí, ha dado lugar a que empresas para nada esenciales, como la industria del turismo, continúen sus actividades a costa de poner en riesgo a sus trabajadores.
Resulta vergonzoso ver cómo entre el municipio y la provincia se tiran la pelota, mientras ninguno pretende dar ninguna respuesta favorable a la población. Tampoco el gobierno nacional, aliado de la intendenta Soria, se destaca por haber ha impulsado un fortalecimiento del sistema de salud como medida prioritaria, no se garantizó un salario de cuarentena de 30 mil en base a impuestos a las grandes fortunas, razón por la cual la gente se ve obligada a salir a trabajar y llevar el plato de comida día a día a sus familias. Pero sí se puede observar como factor común que se criminaliza a la población por los índices de contagios, incluso sin detenerse en que uno de los focos comenzó por irresponsabilidad de la misma fuerza policial de la provincia. Alientan un sentido común de mano dura que siempre terminan sufriendo los más desprotegidos. |