En la Ciudad capital de la provincia de Buenos Aires los casos positivos de Covid-19 no paran de aumentar. Según el informe municipal, se registran 562 casos positivos y 19 víctimas fatales, siendo de la región del AMBA y Capital Federal una de las más afectadas por la pandemia.
En los últimos días se hicieron públicos casos en los supermercados mayoristas y minoristas de la ciudad. Los trabajadores de Walmart, Vital, y Nini no tienen la misma versión que las patronales de lo que viven día a día.
Walmart La Plata decidió cerrar sus puertas tras confirmar un caso positivo en un repositor externo. Según detallaron desde la empresa en medios locales, se trata de un trabajador que no asiste desde la semana pasada y se están realizando tareas de desinfección, "continuamos trabajando para mantener un entorno seguro para nuestros colaboradores", aseguran.
Sin embargo, la voz de los trabajadores expresa algunas disidencias con los representantes de la multinacional norteamericana. En primera instancia en la sede de La Plata trabajan más de 200 personas entre empleados propios de Walmart, repositores externos de diferentes empresas y trabajadores de limpieza. A ellos se suman los clientes que ingresan a diario, "hay días que no hay control, la misma empresa permite que se llene el piso de ventas", sostuvo un empleado en diálogo con La Izquierda Diario, "venimos exigiendo todos los días a la patronal que controle, porque aunque hay personal seguridad y gente de limpieza que se encarga de sanitizar los carros, a ellos mismos se les ordena que dejen entrar a todo el mundo".
Aunque los elementos de seguridad e higiene estuvieron garantizados desde el primer día que se dictó la cuarentena, la gran mayoría de esas medidas fueron exigidas por el cuerpo de delegados y se lograron por la presión de las y los trabajadores organizados. "Por motus propio la empresa no impulsó ninguna de estas medidas. Nosotros exigimos que se instalen acrílicos, que haya alcohol en gel, guantes, barbijos y el distanciamiento social".
En relación a la toma de la temperatura a quienes ingresan al local, sostuvieron, "hace un mes empezaron a tomarles la temperatura en la puerta a los trabajadores. Pero no les tomaban la temperatura a los clientes, entonces nosotros discutíamos la poca lógica que existía en esa medida. Se tendría que tomar la temperatura a todos". En el mismo sentido, agregaron: "Recién hace quince días pudimos imponerle a la empresa que tome la temperatura a los clientes. Si calculamos que hace ya cien días que estamos en cuarentena y que el virus circula, fueron 70 u 80 días jugándonos".
Los trabajadores denunciaron también que el municipio no inspecciona el funcionamiento de los supermercados y que hay muchos grises en los protocolos nacionales y provinciales. "Hay compañeros que no son factores de riesgo por enfermedades crónicas, pero tienen a su cargo hijos u familiares como abuelos o padres que sí lo son y les niegan las licencias. Las grandes empresas se aprovechan de ese gris que hay en los protocolos".
Las vidas de los trabajadores valen
El relato de lo que ocurrió con el trabajador de Walmart con Covid-19 puede pasar en cualquier lugar del mundo. Una muestra más de cómo las empresas buscan maximizar ganancias a costa de la vida de los trabajadores:
El lunes, "el repositor entró a trabajar a las 6 de la mañana, a las 8 se retiró de la empresa porque se sentía mal. Al medio día levantó fiebre en su casa y a la media tarde le hicieron un hisopado en una clínica en Quilmes", contaron.
"Cuando nos avisa armamos una lista de los compañeros que tuvieron contacto en esas dos horas de trabajo. Él no había trabajado ni el sábado ni el domingo, entonces era un poco más simple ubicar con quién se había cruzado este compañero. Era una lista de diez personas, le pasamos la lista a la empresa y le pedimos que a esos diez compañeros se los aisle hasta tener el resultado". La empresa aceptó.
El martes, "la empresa obligó a cinco de esos diez compañeros a ir a trabajar", es decir que sólo otorgó un día de aislamiento. Todavía no se sabía el resultado del hisopado, y gracias a que las y los trabajadores se plantaron, cinco permanecieron en sus casas. El resto, "trabajaron miércoles y jueves. A media mañana se confirma el caso positivo del repositor. A partir de ahí hacemos la evacuación de la empresa, no sólo de empleados, también de clientes que estaban comprando".
Hasta ese momento la única medida de prevención que tomó la empresa fue enviar a trabajadores de limpieza a desinfectar superficialmente el sector donde el repositor había estado, "nosotros los sacamos a los chicos de limpieza del sector, les contamos lo que estaba pasando, porque los habían mandado sin avisarles que estaban desinfectando un sector donde había trabajado un compañero que tenía o que era sospechoso de tener Covid-19".
El jueves ya confirmado el caso, los trabajadores afirmaron que se realizó la evacuación y cierre de la sucursal. "Queda el cuerpo de delegados con el director, esperando que venga el equipo de desinfección". Sin embargo, no existía tal cosa: "viene un solo hombre que es el que se encarga de control de plagas habitualmente, es decir, de poner veneno para ratas y cucarachas". Por lo tanto, "no es algo especial, no es una cuadrilla de gente preparada para este caso. Ingresó ese hombre durante tres o cuatro horas. Cuando se retira la empresa dice que eso ya es válido para volver a abrir la tienda".
En ese sentido los trabajadores y el cuerpo de delegados continúan en estado de alerta para que mañana no reabra sus puertas. Pero la empresa presiona con descuento de los días en que no se trabaje.
La denuncia no es sólo para la patronal, el Estado también es responsable, "la municipalidad los deja hacer, realmente no controlan a éstas empresas. Ningún funcionario del Ministerio de Salud, ni de Trabajo, ni de la Municipalidad controló la desinfección. No hay certificación absoluta ni siquiera de un funcionario público que esté ahí mirando o tomando nota".
Para finalizar, los trabajadores resaltan un dato fundamental, la familia Walton, dueña de esta empresa multinacional, son millonarios, "sus integrantes por separado son de los hombres y mujeres más ricos del mundo", sin embargo, la respuesta ante la pandemia es un fumigador de plagas y descuentos a quienes se organizan.
Coordinación y comités de seguridad e higiene de las y los trabajadores
La situación en los supermercados locales es similar. Casos que no se anuncian, medidas de higiene insuficientes, patronales que presionan con el aval estatal y trabajadores amenazados con la pérdida de sus empleos si se atreven a levantar la voz. ¿Qué sucedería si existiera coordinación?
Un trabajador de Carrefour afirmó:
"El aguinaldo siempre lo pagan el 20 de junio, la empresa salió a decir que por baja en ventas posponían el pago del aguinaldo para el 30", otra multinacional con ganancias millonarias, "esto impacta en que los trabajadores contaban con esa guita, planificando desde principio de mes y los delegados ni siquiera informaron".
En el supermercado mayorista Nini se registró el primer caso positivo de Covid-19 el 23 de junio, se trata de un trabajador de la línea de cajas. Según un comunicado de Ricardo Nini S.A, el empleado tuvo contacto estrecho con su madre que fue diagnostica con Coronavirus. Fue aislado preventivamente desde el 17 de junio.
Si bien el mayorista asegura que se activó el protocolo de actuación y se ejecutaron las medidas correspondientes, los trabajadores aseguran que no es así. Incluso hay rumores de que existe más de un caso y que el empresario se niega a reconocerlo para no perder ni un día de ganancias.
Por su parte, en la competencia, el mayorista Vital también hubo un caso positivo, que fue aislado. El discurso patronal se repite. "Está todo bajo control, siga comprando", su vocero el diario El Día, se asegura de explicar bien los argumentos.
Mientras aumentan los casos, desde el Gobierno nacional y provincial responsabilizan a la población por la propagación del virus. Esto envalentona a las patronales a hacer lo mismo, como en el caso de Corbelli dueño de Transporte La Unión que decidió iniciarles acciones legales a los choferes de la 202 que se contagiaron.
Pero no es un problema individual, los trabajadores se ven obligados a viajar en transporte público y asistir a sus lugares de trabajo, aunque las patronales se nieguen a implementar los protocolos necesarios y realizar testeos periódicamente. Por eso es fundamental la coordinación y que las comisiones de seguridad e higiene para la defensa de la salud estén en manos de la clase trabajadora.
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