El gobernador Morales ayer confirmó nuevos casos y sostuvo que el sistema sanitario está a la altura de afrontar un nuevo brote de coronavirus. Sin embargo hay memorandos de los hospitales que establecen criterios que excluyen a trabajadores de distintos sectores como los de limpieza y priva de elementos de protección elementales.
Parece mentira, pero es la dura realidad que viven las y los trabajadores de la salud que hartos de las condiciones de trabajo han realizado distintas acciones de lucha para visibilizarse durante estos meses para que se respeten sus derechos. Sin embargo, a pesar de los anuncios del Gobierno y logros que hemos conquistado producto de las denuncias y peleas que dimos, leemos Memorandos de directivos de hospitales que siguen exponiendo a los trabajadores al contagio, sobre todo a los y las precarizadas o a quienes hacen las peores tareas.
“No hay barbijos para todos”
A cuántos trabajadores/as de la salud le dijo algún directivo/a: “no hace falta que vos lo uses”, “traete uno de tela desde tu casa”, “no hay para todos”, “lee el memorando…”.
Y si lees algún memorando vigente, efectivamente dice: sólo para médicos y enfermeros que hacen triage, están en contacto con contagiados, con sospechosos, y hasta ahí llegamos.
Pero ¿qué pasa con quienes limpian todo el hospital incluso los sectores de triage, de terapia o internación. Qué sucede con quienes están en lavandería, donde llegan las sábanas de personas sospechosas o quienes dieron positivo Covid. O quienes son mucamas y llevan la comida a pacientes y familiares. De las administrativas, de técnicos de laboratorio, de las agentes sanitarias, de mantenimiento, que pueden tener contacto cercano con personas que acuden al hospital?, como para dar ejemplos si continúan los casos.
Y ante esta situación sería importante preguntarse, ¿cuál sería la suerte del personal de la salud si empieza a haber circulación local si la protección de los mismos es parcial?. ¿Hay que esperar más casos de trabajadores de la salud para que se tomen otras medidas y se garanticen para todos y todas equipos de protección básicos, y que se vayan complejizando según el nivel de exposición y tarea que realizamos?.
La situación de trabajadoras de la salud en hospitales de Abra Pampa y Humahuaca han dejado en claro el riesgo que corremos nosotras y nosotros, y también la comunidad. No fueron las políticas sanitarias de protección e insumos, sino más bien la suerte que corrió de nuestro lado para que no escalen mucho más los contagios. Y si bien ahora testearon en ambos hospitales, fue producto de la desidia y de nuestras exigencias, como también que lleguen equipos de protección personal e insumos, aunque sabemos muy bien que hasta hace días llevábamos nuestros barbijos de tela y no teníamos protección, como siguen sucediendo en hospitales de otras regiones, como lo dicen lo mismos memorandos.
Foto: Gobierno de Jujuy
Nuestras vidas valen más que un barbijo
Si tomamos nota de lo que sucede con trabajadores de hospitales y centros de salud de otras provincias donde está más avanzada la pandemia como Buenos Aires, es fundamental y salva vidas que tengamos la protección necesaria para cada función que podemos desempeñar, que se respeten protocolos de actuación que nos protejan, y también las licencias. No es casualidad que sean las y los trabajadores de la salud de los mismos sectores y que seamos los precarizados los primeros a quienes no garanticen ropa de trabajo, insumos, entre otros derechos.
Y no es casualidad que a más de 90 días se siga denunciando la desidia del Gobierno nacional y los gobiernos locales que siguen especulando con nuestras vidas y la de los pacientes. Que quienes limpiamos un hospital, y además estamos tercerizadas tengamos que pelearla por un barbijo. Que llenas de estrés y cansancio, con nuestra salud a cuestas, sigamos planteando que tenemos derecho a la licencia, porque somos de riesgo, porque cuidamos a personas de riesgo, o porque nuestros niños y niñas se quedan sólos.
A pesar de los "buenos anuncios" de Morales por la televisión para las y los de la salud, mañana va a ser un nuevo día donde muchas y muchos vayamos a trabajar sin protección. Más allá de la persecución que vivimos, del control y las amenazas por parte de las directivas en los centros de salud, venimos demostrando que no tenemos miedo. Que nuestra fuerza es grande, y aunque quieran dividirnos, contentarnos con algunas mejoras, , sabemos que nuestras vidas valen mucho más que sus palabras, que sus barbijos. Por eso apostamos a la organización de las y los trabajadores sin ninguna división entre funciones, trabajo, formación y condición contractual para poner en pie Comisiones de higiene y seguridad, para que entre los trabajadores podamos garantizar nuestros derechos y también proteger nuestra salud, nuestras vidas y la de la comunidad.