Jari Jones es una de las nuevas imágenes de la reconocida marca de ropa y accesorios, que apareció en el mes del orgullo y en el marco de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial. ¿Marketing gay-friendly?
En pleno mes del orgullo Jari Jones destapa un champagne frente a una gigantografía de ella misma como parte de la última producción de Calvin Klein, la marca reconocida fundamentalmente por sus jeans y ropa interior pero que también produce todo tipo de ropa y accesorios.
Así lo reflejaba en su instagram la modelo: “Hay momentos muy reales de los que escuché que te ayudan a sentirte con confianza incluso cuando no te ves a ti mismo. He estado buscando toda mi vida por esos momentos, me cansé de buscar esos momentos. Entonces decidí crearlos. No para mí, sino para el próximo soñador, marginado, maricón, trans, discapacitado, gordo, hermoso negro, un pedazo de luz de estrellas esperando su momento para brillar”.
La pandemia puso en evidencia los problemas que previamente atravesaban las grandes mayorías, sufriendo recortes salariales, despidos, suspensiones y enormes dificultades para acceder a la salud. Ese fue el trasfondo del resurgimiento del movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) tomando las calles contra la brutalidad policial racista y el racismo en general.
Los relevos realizados en dicho país durante la pandemia señalan un 38% de la población negra y LGBTQs sufrió la reducción de sus horas de trabajo, mientras un 22% quedó desempleado. A su vez, el año pasado del total de personas trans asesinadas por crímenes de odio, un 91% eran mujeres negras. Este año los asesinatos a Tony Mc Dade, Riah Milton y Dominique "Rem’mie" Fells, sumados a muchos más, motivaron que entre las movilizaciones surja la consigna Black Trans Lives Matter (las vidas trans y negras importan).
A dos días de su publicación Jari subió una nueva imagen con screens denunciando mensajes de odio que recibió a través de las redes sociales tras el lanzamiento de la campaña. “Esto es completamente asqueroso”, “permitiendo esta enfermedad mental estás loco Calvin”, “luego la chica del barrio muere de obesidad mórbida” y “es esta la primera vez que Calvin Klein ha usado un chico negro como modelo o qué?” fueron alguna de las frases cargadas de odio que recibió.
Estos discursos de odio enmarcados en una crisis que golpea con mayor fuerza a los sectores más vulnerables y oprimidos, merecen un absoluto repudio.
El detrás del discurso gay-friendly
No es la primera vez que Calvin Klein incluye personas trans en sus campañas, el año pasado cumpliéndose los 50 años de la revuelta de Stonewall lanzó una donde aparece Indya Moore, modelo y actriz que es parte de elenco de la serie Pose en el personaje de Angel Evangelista.
La aparición de modelos como Jari o Indya en las principales tapas, publicidades o gigantografías, son la muestra de que las personas trans tienen el derecho, tanto como cualquier otra persona sin distinguir su identidad de género u orientación sexual, a desarrollarse como artistas o profesionales. Pero al mismo tiempo pone en evidencia que la gran mayoría de las personas trans directamente no tiene acceso a un trabajo estable y que esa es una lucha más que vigente para un sector que mayoritariamente vive en la marginación y la pobreza.
Detrás del discurso “gay- friendly” hay una corporación que ante la pandemia tomó las mismas medidas que las grandes empresas a nivel internacional perjudicando a las mayoría de la población. En abril PVH Corp, la dueña de Calvin Klein y Tommy Hilfiger, decidió la suspensión temporal y el recorte de horas para el 75% de su plantilla de trabajadores de tiendas, oficinas y almacenes en EEUU. Al resto de los empleados les redujo el sueldo entre un 5% y un 20%. La contracara de estas medidas, es la acumulación de ganancias que vienen logrando estas empresas los últimos años, solo en 2018 PVH Corp declaró una ganancia neta de 746,4 millones de dólares. Montos siderales que solo continúan acrecentando las cuentas bancarias de una minoría que vive en el lujo extremo.