Sábado 27 de Junio
A nuestros compañeros, los y las trabajadoras de Fruna, a sus hijos que también son nuestros:
Usamos este medio para que nuestras palabras puedan llegarles más rápido, la solidaridad siempre requiere premura.
Ayer habría sido imposible escribirles esta carta, al ver las noticias nos quebramos de pena y rabia. La actitud aberrante de los empresarios de donde ustedes trabajan, generó impacto en todas partes, también en nosotras, somos trabajadoras y a la vez madres y día a día estamos acostumbradas a compartir con decenas de niños y niñas.
Enterarnos de manera brutal, que empresarios despiadados, han sido capaces de obligar a 80 trabajadoras a dejar a sus hijos en un lugar desconocido, sin condiciones básicas de cuidado por miedo a perder el trabajo en pandemia, es una actitud que no tiene más que el nombre de prepotencia y abuso empresarial.
¡80 niños y niñas a la deriva del hambre de ganancias de ricos que en sus bolsillos ya no cabe más dinero ¡
A nosotras nos duele, tal como a ustedes, saber que este gobierno asesino y criminal y sus amigos empresarios no les importan nuestras vidas, a excepción de cuando les servimos. Pero nos duele más ahora esto porque son nuestros hijos los que están en mayor riesgo.
Niños y niñas, que con caras dulces llegan cada mañana al ritmo apresurado de sus madres o padres, que deben irse volando, porque el tiempo escasea y si no se anda así, se llega tarde a la pega y te descuentan las horas del sueldo, un sueldo que con suerte permite se llegue a fin de mes.
Hablamos de los niños con sonrisas inmensas, y ojos saltones de tanta inquietud de conocerlo todo, que nosotros vemos todos los días, que se educan, se resguardan del frío y comen colaciones de la educación pública de la primera etapa de la vida, en jardines infantiles para nuestra gente, gente humilde.
A los que se les quiere imponer la Ley de sala Cuna universal del gobierno, para precarizar ya no solo nuestras condiciones laborales, sino la calidad de la educación de nuestros hijos.
En nuestro caso jardines bajo el alero de la "primera dama" Cecilia Morel, la esposa de un criminal.
Aquellos que con desprecio el Estado dice hacerse cargo, y que hoy quiere que sus madres se acojan a la "Ley de protección del empleo" negandoles el derecho a que se les extienda el post natal. Nosotras sabemos lo importante que es para un niño pequeño el calor de protección para su crecimiento, negarle esto es un daño muy grande.
Nuestro niños y niñas son hijos de gente que anda en micro, como nosotras, que llega a nuestros jardines cuando sale el Sol muy temprano y llega en busca de sus hijos al turno de la "extensión horaria" cuando ya se asoma la Luna. Bebés y niños de trabajadores y trabajadoras de fábricas "del Terror" como lo hacen ustedes nuestros compañeros y compañeras de Fruna, como lo hacen también nuestros hermanos y esposos en pegas precarias.
De 7 muertes ya en el contexto que vivimos, los empresarios criminales de Fruna son responsables, vidas que terminaron y que de seguro no pudieron ser acompañadas por sus familias y seres queridos, siquiera eso les toca a los nuestros, un mínimo derecho a una despedida.
Desde la distancia los acompañamos con un abrazo grande para aliviar aunque sea un poco esas pérdidas. Es imposible no sentir molestia, al recordar que Piñera de manera grotesca abría el ataúd de su tío, cura y rico, si hasta cánticos le sonaron en su funeral, a nosotros nos queda guardarnos el llanto.
Pero no queremos seguir guardándonos el llanto o el miedo al ver tanta noticia en la tele que habla de contagios y muertos cada 2 minutos. Noticias de cifras que dicen que aumentan los despidos y cuanta cosa más.
Si les escribimos esta carta, no es solo porque queremos acompañarlos en este momento de profundas injusticias que vivimos y viven, sino también porque sabemos que los únicos que podemos cuidarnos de la mejor manera somos nosotros y nosotras, y nos gustaría siguieran confiando, cuidamos a sus hijos, como si fueran los nuestros, aunque a veces nos cansemos, les cantamos canciones para que no los extrañen tanto ante tantas horas de trabajo de distancia, acompañamos sus primeros pasos de la vida.
Nos quieren cargar la mata a los que hacemos andar este mundo. También se la quieren cargar a nuestros hijos, pero si solo agachamos la cabeza ni ellos podrán vivir en un mundo distinto. Nosotros vemos la vitalidad de sus hijos siempre, sus gracias, sus procesos de crecimiento, eso alienta todos los días, aunque uno también se canse.
La solidaridad inmensa que puede existir en tiempos de coronavirus, es una cosa que necesitamos hacer crecer en esta situación, al mismo tiempo que buscamos organizarnos para enfrentar esta crisis.
Así, como ellos, los grandes empresarios saben que nosotros hacemos que funcione todo, nosotros también tenemos que recordarlo todos los días, Fruna no existiría sin ustedes, ninguna fábrica o jardín sin nosotras. Tenemos que dar vuelta la tortilla y en aquel desafío del amor por nuestros hijos, sus gestos de ternura y ganas de conocer el mundo entre risas, primeras vocales, sean nuestra guía para que ya no existan más las salas cunas clandestinas de empresarios avaros y podamos nosotros ganar.
¡Seguiremos cuidando a sus hijos, porque también son nuestros y los queremos vivos! ese es el más honesto apoyo para ustedes de nuestra parte.
Un abrazo grande, les enviamos tías de Integra.
T. Araya
F. Gonzales |