Diana Solis
| Directora de arte y militante de la Corriente Socialista de las y los Trabajadores "CST"
Cada día que pasa la cifras de los contagiados y fallecidos por Covid-19 se incrementan. Sin embargo, un puñado de empresarios de la salud, apoyados por el gobierno de Martin Vizcarra, no han dejado de lucrar con este drama que viven sobre todo las familias más pobres del Perú.
El oxígeno se ha convertido en un bien preciado durante la pandemia, ante un sistema de salud colapsado. Muchos hospitales no recibían pacientes si no contaban con su propio balón de oxígeno. Ante la demanda, tanto por parte de los hospitales públicos como de los privados, el incremento del precio se disparó a cifras exorbitantes, llegando a costar 6,000 soles ($ 1,600) el balón.
En el 2010, durante el segundo gobierno de Alan García, el Ministerio de Salud a través de la Resolución Ministerial N°062-2010 aumentó el requerimiento de la pureza del oxígeno en los hospitales del estado de un 93% a un 99%. Esto generó un impacto negativo para la infraestructura en el sector salud. Por ejemplo, los hospitales que producían su propio oxígeno tuvieron que parar su producción para empezar a comprar a las empresas que sí contaban con ese grado de pureza. De esta manera, las plantas de producción de oxígeno dentro de los mismos hospitales fueron desmanteladas.
De igual manera, los pequeños productores de oxígeno tuvieron que retirarse del mercado debido a que no contaban con la infraestructura y tecnología necesarias para generar ese grado de pureza requerida por la resolución del Ministerio de Salud MINSA.
Es así como dos empresas internacionales empiezan a dominar el negocio del oxígeno en el Perú: Linde AG de Alemania y Air Products de EEUU. Dándose, de facto, un control cuasi monopólico de este bien tan preciado para la salud, sobre todo ahora que el virus del Covid-19 ha infectado a casi 300 mil personas y ya van más de 8 mil fallecidos.
Tal es así que, ante la falta de insumos, con un sistema de salud colapsado y con el incremento galopante de nuevos casos y muertes por COVID19, el ejecutivo, a través del decreto de urgencia Nº 066-2020 autorizo el uso de oxígeno medicinal con un grado de pureza del 93%, pero solo durante lo que queda del año 2020.
Esta medida, que pudo haberse hecho antes - y así evitar muchísimas muertes - no se hizo porque el gobierno de Martin Vizcarra no quería chocar con los intereses y las ganancias de estas 2 empresas productoras de oxigeno que ya mencionamos y que, en lo que va de la pandemia, acumularon sendas ganancias a costa del dolor y la muerte de miles que no contaban con el dinero suficiente para adquirir este preciado bien.
A este problema, se suma la falta de industrialización en el país, lo cual ha llevado a que solo se pueda importar oxígeno de países vecinos, como Ecuador. De acuerdo a un informe del MINSA, el país está requiriendo 173 toneladas de oxígeno diarias, sin embargo, Perú solo tiene la capacidad de producir el 20% del total requerido. Asimismo, los demás insumos médicos y de protección están siendo importados de China y otros países con mayor desarrollo industrial.
Va quedando claro, una vez más, que pasados los 100 días de declarada la emergencia sanitaria, el gobierno de Martín Vizcarra solo ha generado prácticas que benefician a las grandes empresas nacionales y extranjeras como las clínicas privadas, las cadenas farmacéuticas, los grandes laboratorios y las empresas productoras de oxígeno. Y esto ocurre porque no se ha hecho una reconversión productiva que permita que las industrias y empresas instaladas en el Perú pasen a producir de acuerdo a las necesidades de las grandes mayorías. A contramano, el gobierno ha dejado que las clínicas privadas sigan cobrando tarifas impagables sabiendo que los hospitales públicos ya no tienen capacidad y que las empresas farmacéuticas sigan especulando con los precios de sus productos.