En el día de ayer se realizó la marcha en conmemoración del 47 aniversario del Golpe de Estado y la huelga general de 15 días que fue llevada a cabo por la clase trabajadora en resistencia al golpe. Por la impunidad de ayer y la de hoy. Por todas nuestras libertades.
Alrededor de 4 mil personas se congregaron a las 5 en punto. Centros de estudiantes de secundaria y algunos de la universidad, sindicatos y agrupaciones sindicales, y organizaciones sociales, medios de comunicación alternativos y agrupaciones de mujeres. Miles de personas congregadas en la Plaza Mártires de Chicago en la movilización convocada por la Coordinación 27 de Junio.
La marcha tenía estipulada tres paradas en su recorrido. La primera fue en la ex Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), donde los manifestantes señalaron a los grupos económicos que fueron promotores y participes del golpe de estado y el régimen dictatorial. Algunos de los más destacados fueron la Asociación Rural del Uruguay, Federación Rural, Cámara de Comercio, Asociación de Bancos del Uruguay, y misma Cámara de Industrias del Uruguay, cuyo edificio se encontraba en la Avenida Libertador. Se denunciaron a las fracciones de los partidos tradicionales que participaron del Consejo de Estado, así como también a todos los presidentes de facto desde junio de 1973 a febrero de 1985.
La segunda parada fue en el Centro Militar, donde se proyectó una de las consignas motoras y más populares de la marcha de ayer: “Milicos Nunca Más”. Se marcaron las responsabilidades del poder militar en la tortura y la muerte y se reclamó por la impunidad que todavía reina. Mientras se proyectaban las imágenes de los desaparecidos y desaparecidas, por un altavoz se nombró uno a uno a los principales asesinos y torturadores de la última dictadura militar, que siguen manteniendo sus privilegios. Rodolfo Gregorio Álvarez, Placido Amorín, José Ricardo Arab, Araújo Umpierrez, Nelson Bardessio, Artigas Rivera Bianchi, Juan Manuel Cordero, Eduardo Ferro, Pedro Fleitas, José Nino Gavazzo, son algunos de los más connotados criminales de lesa humanidad.
La tercera parada fue en la Plaza del Entrevero, un lugar histórico donde transcurrieron buena parte de los hechos de aquel 9 de julio de 1973. Ese día miles de manifestantes se concentraron, en la mayor muestra de fuerzas en las calles de toda la huelga general, y que terminó con una feroz represión por parte del ejército.
La movilización se destacó por su componente juvenil y combativo. En distintas zonas de la misma se podían observar las demostraciones de júbilo, pero también de rabia de una juventud que reivindica la memoria histórica y que hoy, ante tantas muestras de impunidad y declaraciones en defensa de los militares hechas por miembros del gobierno y del partido militar, siente la necesidad de expresarse en las calles.
En distintos puntos de la manifestación se encontraba un colectivo de artistas solidarios que coreaba canciones como A la huelga de Rolando Alarcón, un clásico de la Revolución Española que ha sido adoptada por la militancia de la izquierda de nuestro país desde hace décadas.
La movilización del pasado 14 de mayo contra la Ley de Urgente Consideración, así como la movilización por el 27 de junio ponen sobre la mesa que no hay camino del medio. Ante los golpes de los empresarios con rebajas salariales y despidos, de la casta militar con su defensa de la impunidad, el empoderamiento de la policía y un curso represivo mayor que atenta contra nuestras libertades individuales más básicas, o se plantea una perspectiva de lucha, o se busca un pacto social que a larga significa aceptar pasivamente el ataque a las condiciones más elementales de vida del pueblo trabajador y todo el campo popular.