El Consejo de Alta Dirección Pública anunció recientemente la disminución de la dieta parlamentaria en un 25%, cifra que también aplicará para los ministros. Mientras que la rebaja del 10% al sueldo presidencial, se aplicará también a otros mandos del gobierno como subsecretarios, intendentes, gobernadores, delegados y seremis.
Esta modificación se anuncia tras un proyecto de ley que lleva 6 años en tramitación y múltiples cambios en pos de tocar lo menos posible los privilegios de quienes componen al legislativo y al ejecutivo. La rebaja inmediata del 50%, fijada por la Cámara Baja, fue eliminada por el Senado.
Así, se le dio al CADP el poder de fijar las dietas. Manteniendo las remuneraciones millonarias de la casta política, los legisladores ganarán un sueldo sobre los $7 millones de pesos, mientras en el actual contexto de pandemia, son las familias trabajadoras las que deben sobrevivir con bonos, cajas y del seguro de cesantía ahorrado por los mismos trabajadores y trabajadoras.
En este marco, no puede haber tintes medios, la dieta parlamentaria y de los funcionarios del gobierno debe rebajarse a la misma que gana un trabajador calificado. Una crisis sociosanitaria debe combatirse con medidas concretas que apunten a eliminar de forma inmediata los privilegios de la casta política. |