En el marco de un plan de lucha que viene llevando adelante la UOM Villa Constitución en reclamo de la actualización de salarios, contra la flexibilización que se quiere aplicar en varios sectores, contra el pago del aguinaldo contabilizando las suspensiones y que la empresa enmiende errores en la liquidación, entre otros puntos, la patronal redobla la apuesta y juega una de sus cartas favoritas: la intimidación, la victimización y la exposición pública.
No es la primera vez que, ante reclamos laborales, recurren a estos métodos. En su arsenal cuentan con cartas enviadas a domicilios particulares de los operarios, incluso sabiendo que el trabajador no está en su casa y lo recibe su familia, generando un gran malestar. Esta vez, opta por utilizar las cámaras de vigilancia para acusar, con nombre y apellido, a varios integrantes de la UOM y al cuerpo de delegados de estar presente en las medidas de protesta y no respetar el aislamiento y el distanciamiento social. Métodos propios de una patronal que forjó su experiencia en la dictadura militar. Incluso deja entrever que podría impedirles el ingreso a planta.
Nada dice de que fueron ellos quienes lograron el permiso del Ministerio de Producción de Santa Fe para arrancar a producir en medio de la pandemia y con medidas de higiene y sanitarias insuficientes e improvisadas. Tampoco mencionan que son ellos quiénes incurren en graves fallas en la liquidación, perjudicando el ya caído salario obrero. Tampoco dicen que aprovechan la pandemia para querer profundizar la reforma laboral y la flexibilización, suspendiendo, no renovando contratos y cargando con mayores tareas a quienes quedan en funciones.
Esta empresa multinacional, que en el mes de mayo fue beneficiada por el gobierno con la ATP, sigue chantajeando a los trabajadores y a la comunidad villense con el miedo y la incertidumbre.
Este salto en su política intimidatoria, va en consonancia con el aumento de la represión a las protestas de trabajadores y a la población que llegó al límite de su capacidad de soportar el peso de la crisis.
Repudiamos enérgicamente esta escalada y llamamos a los sindicatos, movimientos sociales y políticos, organismos de Derechos Humanos y personalidades de la región, a solidarizarse y repudiar este ataque.
Creemos que la única manera efectiva de poder ponerle un freno a estás patronales envalentonadas, es logrando la más amplia unidad de los trabajadores y demostrar su fuerza y potencial. Las asambleas generales son una gran herramienta para construir esa unidad y marcar el camino a seguir.
M.A.C - Movimiento de Agrupaciones Clasistas |